En la lista de canciones prohibidas por el gobierno chino, los raperos tatuados de IN3 pulverizan todos los récords: sus temas, que mezclan el dialecto pekinés con ritmos de hip-hop, copan los 17 primeros puestos.
Sus tres miembros llevaban una década llenando salas en Pekín cuando las autoridades los detuvieron en otoño, unas semanas después de que el ministerio de Cultura publicara una lista de 120 canciones censuradas en internet por “propagar obscenidades, [alentar] la violencia, el crimen y atentar contra la moral”.
Los raperos de IN3 siempre han sido un poco arrogantes, pero han procurado evitar los temas prohibidos como los ataques contra los dirigentes comunistas, prefiriendo presumir de ropa y de videoconsolas. A pesar de sus precauciones, puede que jamás vuelvan a tocar en la capital china.
Su canción más famosa, “Diario de la noche de Pekín” -tercera en la lista de temas censurados-, cuenta su vida nocturna en la capital: el alcohol al volante, los flirteos y las peleas con los dueños de los bares.
La letra encadena los tacos contra el coste de los medicamentos, los atascos y la mala insonorización de los edificios, unas quejas recogidas con frecuencia en las propias páginas de los medios oficiales.
“Algunos duermen en los pasillos del metro, otros roban dinero público para sus restaurantes”, canta el grupo en referencia a la corrupción de los funcionarios.
Con una gorra negra calada en la cabeza, Jia Wei, uno de sus miembros, aseguran: “No sólo queremos criticar a la sociedad, queremos que la sociedad evolucione”.
El trío dedica sus mayores críticas al sistema educativo chino, “el mayor problema” del país, según Jia.
En su canción “Buenos días, profesor”, prometen llenar sus cuadernos de dibujos obscenos y piden a los profesores “hipócritas” y “sinvergüenzas” que “se mueran rápidamente”. Una letra que le valió el primer puesto en la lista de temas prohibidos.