El derrocado presidente de Honduras Manuel Zelaya acusó el lunes a los militares hondureños de apropiarse ilegalmente de unos 4,5 millones de dólares que su gobierno les giró para los gastos de una consulta nacional que no se realizó debido al golpe de Estado del 28 de junio.
Según Zelaya, en los días previos al golpe que lo apartó del poder, su gobierno entregó a los militares 90 millones de lempiras (4,5 millones de dólares) para los gastos de distribución y custodia del material de una consulta que buscaba el aval de la ciudadanía para reformar la Constitución.
“En ese tiempo, ellos ya tenían planificado el golpe. Me sacaron unos 90 millones de lempiras en efectivo y además no devolvieron el dinero”, aseguró el gobernante desde Washington a la Radio Globo de Tegucigalpa.
Según Zelaya, dos días antes de la encuesta fijada par el mismo 28 de junio, el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, general Romeo Vásquez, le advirtió que no podría distribuir el material porque había sido calificada de inconstitucional por los otros poderes del Estado.
“El (Vásquez) me dijo: ‘Nosotros somos soldados, si usted nos da una orden, la Constitución dice que tenemos que cumplirla. Nosotros la vamos a cumplir, aunque le digo que hay problemas dentro de la institución’. Entonces yo le di la orden”, relató.
Los promotores del golpe han justificado el derrocamiento de Zelaya afirmando que violó la Constitución al convocar a la consulta nacional.
El depuesto mandatario está en Washington para participar el martes en una reunión del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) que analizará los resultados de una misión de cancilleres americanos que visitó Tegucigalpa la semana anterior.