El depuesto presidente Manuel Zelaya dijo este viernes que la exclusión de Honduras de la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA), que acaba de iniciar el gobierno de facto, era parte de la agenda definida por los golpistas que lo derrocaron el 28 de junio.
El retiro de la alianza que impulsa el presidente venezolano Hugo Chávez “a lo único que obedece es a la agenda de las tareas que tiene que cumplir el señor (Roberto) Micheletti, precisamente producto del golpe de Estado”, afirmó Zelaya a radio Globo.
Los diputados analizan desde esta semana una petición de Micheletti, el mandatario de facto, de denunciar el tratado de adhesión de Honduras al ALBA firmado por el 25 de agosto del 2008, durante el gobierno de Zelaya.
La adhesión de Honduras a la alianza promovida por el bloque de países de izquierda encabezados por Chávez causó profundo malestar en los sectores poderosos de Honduras.
Tras la adhesión, Zelaya promovió la celebración de un referéndum para reformar la Constitución y permitir la reelección presidencial que fue vista por los poderes del Estado y todos los sectores influyentes, incluidos empresarios e iglesias, como un intento de perpetuarse en el poder.
Zelaya dijo que Micheletti, que asumió tras su derrocamiento, tenía como tarea “revertir todos los procesos sociales; detener todos los cambios sociales que se habían propuesto para el país, es parte del objetivo del golpe”.
“La élite gobernante (…) tomó las armas para poder detener los procesos sociales que son imparables, que son irreversibles, pero temporalmente creo que los han detenido”, subrayó y admitió que “la posicion ideológica que asumió mi gobierno, de centro izquierda” puso “nerviosas” a las “élites”.
Elegido como miembro de la derecha del Partido Liberal (PL, derecha), Zelaya obró un espectacular giro a la izquierda durante su gobierno.