Esta semana hubo un personaje político que sigue en el despeñadero. Marcelo Ebrard volvió a los titulares de los diarios por dos razones opuestas.
Una: tras declararse listo para dirigir al PRD. Inmerso en el movimiento progresista, el exfuncionario no descarta que varios gobernadores del PRD vayan con él; sin embargo, tiene puntos en contra, como la oposición de AMLO a los planes perredistas con la creación de un nuevo partido surgido del Morena, pero lo que más le pesará es el resultado de las investigaciones sobre la Línea 12, que concluyen que el primer responsable del fracaso dorado es el mismo Ebrard.
Su capital político, más disminuido que nunca.