Marcelo Ebrard anuncia gira nacional con miras al 2018, una vez claro está que termine su gestión como jefe de gobierno del DF el próximo 5 de Diciembre.
Marcelo Ebrard ha dejado muy en claro que estará buscando la presidencia en el próximo 2018 y aun cuando ya hay voces que dicen que no se suman a su candidatura tan temprana, debe enfrentar tres grandes problemas que tiene desde el inicio de la misma.
La primera, es que Marcelo Ebrard debe crear una imagen de izquierda moderna y claro, de un estadista que trabaja por México y tiene por compromiso el no ser confrontativo sino más bien negociador y siempre poniendo en claro que los principales intereses son los del país, algo que dista mucho el propio Andrés Manuel López Obrador y sus proyectos políticos, sean los que sea.
Segundo, Marcelo Ebrard debe crearse una imagen propia conocida en todo el país, no solo por sus logros al frente de la ciudad de México sino también como opinador de medios de comunicación y estar centrado en la vida política de su partido (el PRD) ya que eso le dará los reflectores necesarios para que comience a tener la atención que requiere para ser recordado en los aspectos y puntos del país donde su nombre solo suena como a DF.
Y tercero, quizá el más complicado, Marcelo Ebrard necesita contener que personajes como Ricardo Monreal, Rene Bejarano y Dolores Padierna estén dándole un golpeteo político y mediático para ir creando entorno suyo un sisma que le reste apoyos y claro está, votos entorno a lo que pueda ser una candidatura de unidad en la izquierda mexicana en el próximo cotejo del 2018.
¿Se le antoja fácil? En verdad no lo es pero si alguien desea ver a Marcelo Ebrard como presidente en el 2018, debe comenzar a apoyarlo desde ahora y siempre puesto que el camino viene árido y claro, estéril.
Marcelo Ebrard ha dejado muy en claro que estará buscando la presidencia en el próximo 2018 y aun cuando ya hay voces que dicen que no se suman a su candidatura tan temprana, debe enfrentar tres grandes problemas que tiene desde el inicio de la misma.
La primera, es que Marcelo Ebrard debe crear una imagen de izquierda moderna y claro, de un estadista que trabaja por México y tiene por compromiso el no ser confrontativo sino más bien negociador y siempre poniendo en claro que los principales intereses son los del país, algo que dista mucho el propio Andrés Manuel López Obrador y sus proyectos políticos, sean los que sea.
Segundo, Marcelo Ebrard debe crearse una imagen propia conocida en todo el país, no solo por sus logros al frente de la ciudad de México sino también como opinador de medios de comunicación y estar centrado en la vida política de su partido (el PRD) ya que eso le dará los reflectores necesarios para que comience a tener la atención que requiere para ser recordado en los aspectos y puntos del país donde su nombre solo suena como a DF.
Y tercero, quizá el más complicado, Marcelo Ebrard necesita contener que personajes como Ricardo Monreal, Rene Bejarano y Dolores Padierna estén dándole un golpeteo político y mediático para ir creando entorno suyo un sisma que le reste apoyos y claro está, votos entorno a lo que pueda ser una candidatura de unidad en la izquierda mexicana en el próximo cotejo del 2018.
¿Se le antoja fácil? En verdad no lo es pero si alguien desea ver a Marcelo Ebrard como presidente en el 2018, debe comenzar a apoyarlo desde ahora y siempre puesto que el camino viene árido y claro, estéril.