Hay cosas que uno quiere y hay cosas que uno puede hacer, el caso de Maria Strydom debería mostrarnos mejor que nunca esta situación.
Maria Strydom murió por enfermedad de altura mientras subía el Monte Everest para probar que los veganos no tienen imposibles, ella quería dignificar el nombre de los veganos en honor a que los carnívoros, dicen que no tienen la fortaleza para hacer estos retos, como subir la montaña más alta del mundo.
La diferencia entre hacer y poder, se separa en la realidad, hay gente que dice amar el canto, pero no les sale la voz para ello, estudian estudian y estudian pero, no tienen la habilidad o el cuerpo para lograr registros de canto; podrán declamar, recitar, tararaear y tener hasta facultades para la música pero no para el canto, ahí es donde debemos ver que la realidad es una distinta a lo que uno quiere y puede.
Maria Strydom quería escalar la montaña más alta del mundo demostrando que los veganos, todo lo pueden, pero oh sorpresa, no era una persona calificada para un esfuerzo así de inconmensurable, por ello mismo se comenzó a sentir mal en la última fase de la acometida y cuando comenzaron a atenderle a dicha altura, su corazón se detuvo para ella, ser declarada muerta unos minutos despues.
Quizá y de la peor manera ella demostró algo, los veganos todo lo pueden, pero no todo lo deben hacer.