El costo de la incapacidad de la comunidad internacional para combatir el tráfico ilÃcito de armas, se traduce en que cada año al menos 740 mil personas mueren en el mundo en hechos en los que está involucrada un arma de fuego, que en su mayorÃa provienen del mercado ilegal.
Lo anterior lo comentó Claude Heller, representante permanente de México ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), al participar a finales de marzo en una sesión del Consejo de Seguridad sobre los impactos de este delito.
Aunque la discusión se centró en los efectos de este ilÃcito en Ãfrica Central â??convulsionada por conflictos socialesâ??, el representante mexicano destacó que el tráfico ilegal de armamento a nivel mundial â??contribuye al fortalecimiento de la delincuencia organizada y al tráfico ilÃcito de estupefacientes, vulnerando la estabilidad polÃtica, social y económica de nuestros paÃsesâ?.
En el caso de México, el gobierno de EU ha reconocido que el tráfico de armas que se realiza desde su paÃs es responsable de gran parte de la violencia que se registra en territorio mexicano, pues éstas dotan de capacidad de fuego a los cárteles.
Se estima que 90% del arsenal que adquiere la delincuencia organizada que opera en México, proviene de Estados Unidos.
El embajador Heller no hizo mención al caso especÃfico de México y la violencia que se vive en el paÃs asociada a este delito y afirmó que en general â??el comercio ilÃcito de armas es sin duda una de las más graves amenazas para la paz y seguridad en el actual contexto internacionalâ?.
Dijo que â??un aspecto de especial preocupación para México en cuanto a los efectos negativos que el tráfico de armas genera es sobre los daños que ocasiona en la población civil. El costo que pagamos por la incapacidad de erradicar este flagelo son las vidas humanas que se pierden diariamente por esta causaâ?