Una masa de aire frío que impulsó el sistema frontal número 18, causó que el cielo de la Ciudad de México luciera totalmente despejado y limpio de contaminación para disfrute de los habitantes de esta capital.

Una masa de aire frío que impulsó el sistema frontal número 18, causó que el cielo de la Ciudad de México luciera totalmente despejado y limpio de contaminación para disfrute de los habitantes de esta capital.