Adoptar un perro o gato en situación de orfandad ya es una excelente acción, pero adoptar al animal que más tiempo lleva en el refugio o uno que cuente con alguna discapacidad es sin duda un pase doble al cielo.
Los animales al igual que los humanos pueden sufrir de discapacidades congénitas o adquiridas, es decir pueden nacer ya con la discapacidad o adquirirlas por medio de un accidente, enfermedad o la misma edad.
Las discapacidades se pueden visualizar desde una disminución de la actividad física, enfermarse frecuentemente, actividades primordiales como comer, beber o defecar comprometidas hasta una incapacidad mecánica total.
En la actualidad existe un tabú relacionado con adoptar animales con alguna discapacidad por que se considera “costoso” sin embargo, médicos veterinarios aseguran que la diferencia entre mantener a un animal sin discapacidad y uno con discapacidad es de mil pesos mensuales.
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En cuanto a discapacidades adquiridas que por lo regular son temporales y la mascota lo que necesita es rehabilitación esta es 90 por ciento exitosa, debido a que los animales no se auto conciben a sí mismos como discapacitados.
La mayoría de los animales con discapacidad la adquieren debido a que son utilizados para peleas en el caso de los perros o para forzar su reproducción y vender las crías en el caso de gatos de razas exóticas.
MGG