Las restricciones que afectan a México por temor a la propagación de la gripe A han tensado las relaciones del país con Asia y América Latina, y han abierto el debate sobre dónde está la frontera entre la prevención y la discriminación.
México sigue en el ojo del huracán, a pesar de que se han registrado contagios en otros 26 países y que Estados Unidos le supera en casos confirmados (1.639 frente a 1.364), aunque no en decesos (2 frente a 44).
En el mejor de los escenarios, las medidas preventivas que tanto han irritado a las autoridades y a la sociedad mexicanas han significado la suspensión de vuelos a ese país, como en el caso de Argentina, Cuba, Ecuador y Perú.
En el peor, han representado el aislamiento durante días de ciudadanos mexicanos en el extranjero, pese a no presentar síntomas de contagio, como ha sucedido en China y Singapur.
Actualmente, 17 se encuentran en cuarentena en esas dos naciones de Asia, un continente en el que ha aflorado el trauma de la gripe aviar.
Al conocer el alcance de la nueva epidemia, China fletó un avión a México para trasladar de regreso a su país a un centenar de turistas, empresarios y estudiantes chinos.
Lo mismo hizo el Gobierno mexicano con decenas de compatriotas que se encontraban en el gigante asiático y que fueron recibidos en México casi como héroes de guerra después del trato discriminatorio que sufrieron en China.
Singapur decidió incluso crear un nuevo visado, una medida que afectó directamente a un grupo de 35 turistas que viajaban en un crucero por el sudeste asiático, entre ellos la cantante Ana Bárbara y su marido.
Aunque México ha agradecido la ayuda de China, el primer país en enviarle vacunas y mascarillas para frenar la epidemia, también ha instruido a sus embajadores en Pekín y Singapur que insistan en exigir el respeto a los derechos de los mexicanos.
El presidente Felipe Calderón ha expresado su “más enérgico rechazo” a las medidas “vejatorias o discriminatorias” sufridas por sus compatriotas en esa zona del mundo, pero también ha comenzado a enviar duros mensajes a América Latina.
Este jueves puso en duda su viaje a La Habana, previsto inicialmente para las próximas semanas, por la interrupción de las conexiones aéreas con la isla caribeña.
Horas antes, el gobernante había encontrado un inesperado aliado en el ganador del Premio Reina Sofía de Poesía, José Emilio Pacheco, quien al agradecer el galardón se quejó de que el mundo haya hecho “mexicana” la epidemia, como sucedió en 1918 con la injustamente llamada “gripe española”.
Uno de los primeros países latinoamericanos en reaccionar ante el brote de gripe A fue Ecuador, que suspendió las importaciones de carne de cerdo mexicana, así como la conexión aérea, a pesar de que ésta se limita a vuelos chárter.
“Ecuador no ha tomado medidas discriminatorias” con México, sino “todo lo contrario, nos solidarizamos con ellos” y las medidas “fueron exclusivamente preventivas y no prohibitivas”, explicó hoy el Comité de Operaciones de Emergencias Nacional, al anunciar el levantamiento de la restricción a los productos porcinos.
Dicha decisión se produjo unos días después de que México presentara ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) una petición a Ecuador y otros siete países para que expliquen sus razones para vetar sus productos porcinos, pese a que el virus no se contrae a través del consumo.
Argentina, que tampoco permite volar a México y que ya cuenta con un caso confirmado, sostiene que esta medida se debe a que sus aeropuertos y fronteras están “absolutamente desprotegidos” contra la epidemia.
Curiosamente, la embajada del país sudamericano en la capital mexicana fue hoy blanco de una protesta de la comunidad argentina que reclama a la presidenta Cristina Fernández retirar la prohibición.
La ministra de Salud, Graciela Ocaña, llegó a referirse a México como un “hermano enfermo”, lo que motivó un pedido de disculpas.
Muy distinta fue la reacción de Panamá, Brasil, Guatemala y Costa Rica, que mantienen sus vuelos a México, a pesar de que cuentan con casos confirmados.
Las naciones centroamericanas decidieron en un principio prohibir la importación de carne de cerdo de México, EE.UU. y Canadá, pero la decisión fue revocada desde al pasado 1 de mayo.
Al margen de los mensajes de Calderón, que asegura que su país ha librado “una batalla en favor de la humanidad” para evitar una pandemia de tintes apocalípticos, el Gobierno mexicano planteará en la próxima Asamblea Mundial de la Salud un debate sobre las medidas.
“No queremos limitar la soberanía de ningún país, pero necesitamos un entendimiento común de qué tipo de medidas son apropiadas y en qué situaciones”, dijo hoy el embajador ante la sede de la ONU en Ginebra, Alfonso de Alba, quien lamentó que tener un “pasaporte mexicano se ha convertido en un problema”.
Al respecto, el portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Rupert Colville, afirmó que las medidas para salvaguardar la salud pública “no deben basarse en la nacionalidad”, pues esto significa “una clara violación al derecho internacional”.
La polémica ha llegado también al fútbol, con más virulencia si cabe, a raíz de la negativa de Colombia, Brasil, Uruguay y Chile de acoger los partidos de la Copa Libertadores de los clubes mexicanos Chivas de Guadalajara y San Luis Potosí, que han respondido retirándose de la competición.
En Bogotá, la alcaldía canceló los espectáculos de artistas, deportistas o ciudadanos procedentes de México y otras zonas “endémicas” de la gripe A.
Pero no todo ha sido recelo: artistas y representantes de la cultura chilena visitaron hoy la embajada de México en Santiago para manifestar su solidaridad y apoyo al pueblo mexicano.
Otros países, como Venezuela, Bolivia y Paraguay, solamente permanecen en alerta sanitaria.
La respuesta ha sido especialmente comprensiva en EE.UU. y la Unión Europea, con la excepción de Francia, que tras intentar en vano que se suspendieran los vuelos a México, creó un área de vigilancia en el aeropuerto de París para los pasajeros procedentes de la nación latinoamericana