El percance de hace unos dias en la frontera entre Sonora y Arizona —el supuesto ataque de militares mexicanos a elementos de la Patrulla Fronteriza— puso de cabeza a los gobiernos de México y EU y evidenció la falta de coordinación entre las agencias federales en ambos lados de la frontera.
Un vocero de la Border patrol dijo por la mañana que había sido una agresión desde un helicóptero militar mexicano, con la sugerencia de una violación al espacio aéreo. Por la tarde, el director en jefe de la Agencia de Investigación Criminal de la PGR, Tomás Zerón, desmintió contundentemente la versión estadounidense, con el dato de que fue un operativo contra traficantes de seres humanos en el rancho La Sierrita, ubicado en Altar, una guarida muy conocida de polleros, nos comentan.
¿Qué pretende Washington con sus versiones? nadie lo sabe pero hay que tener cuidado, no es la primera vez que la patrulla fronteriza quiere molestar a México.