México inició el jueves su despedida como miembro del Consejo de Seguridad haciendo un llamado a la reforma del organismo para que “refleje la realidad política del 2010” y pidiendo que sus miembros no permanentes sean escogidos a través de votaciones justas, en lugar de usar anuncios públicos sobre su candidatura.
México, cuyo plazo de dos años como miembro no permanente del consejo termina a finales de diciembre, apoya desde hace tiempo una reforma del organismo más poderoso de Naciones Unidas. El país pide que se amplíe el Consejo de Seguridad, además de la posibilidad de reelección de sus miembros y la ampliación de la duración de sus mandatos, entre otras cosas.
“No creemos que el actual anuncio de quien debería ser ahora un miembro del Consejo de Seguridad es algo muy positivo, porque predice los acontecimientos que llevarán a que ciertos países sean miembros”, dijo Claude Heller, representante permanente de México ante Naciones Unidas durante una rueda de prensa. “Para estar en el Consejo de Seguridad hay que realizar una campaña y ser escogido. Se necesita más responsabilidad”.
Diez de los 15 asientos del organismo son ocupados por grupos regionales por períodos de dos años, de los cuales se eligen cinco por año. Los cinco asientos restantes son para los miembros permanentes y con poder de veto: Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Rusia y China.
La reforma del Consejo de Seguridad, cuya estructura refleja la realidad de la inmediata posguerra, ha sido debatida durante años y forma parte de la agenda de la Asamblea General de Naciones Unidas. El consejo se encarga de mantener la paz internacional y la seguridad, puede autorizar acciones militares e imponer sanciones. Muchos exigen que se adapte a la realidad del siglo XXI e incluya a países emergentes como India o Brasil como miembros permanentes.
Heller destacó que la expansión del organismo “es muy importante, pero tenemos que encontrar una solución comprometida con todos al mismo tiempo”.
Por otro lado, Heller hizo balance de la labor de México en el consejo durante los dos últimos años, destacando los logros en prevención y resolución de conflictos, protección de los derechos humanos y transparencia en el Consejo de Seguridad.
México presidió el Comité de Sanciones en países como Somalia, el grupo de trabajo sobre la situación de niños en conflictos armados y el Comité de No-Proliferación y Desarme. Heller destacó el trabajo de México para mantener la paz en la situación de tensión que viven Corea del Norte y Corea del Sur y ahora en la situación postelectoral de Costa de Marfil.
“Una de las lecciones que hemos aprendido es que, incluso con el poder de veto de los miembros permanentes, ha habido espacio para estar presentes y para que se nos escuchara”, concluyó Heller. “Ha sido una experiencia muy positiva. Fuimos capaces de tener una voz”.
Los cinco nuevos miembros no permanentes del consejo serán Colombia, Alemania, Portugal, Sudáfrica e India.