México desde el primero de enero de este nuevo 2009, ocupa una silla dentro del consejo de seguridad de naciones unidas.
Llega, a través del apoyo brindado por unanimidad de naciones latinoamericanas y de algunas otras naciones en el mundo.
El respeto a la autodeterminación de las naciones así como de su forma de gobierno y estructura ideológica llevan a México, el tener muy clara la dirección en el concierto de naciones ya que fuera de la política exterior que impero en el sexenio pasado, México ha sido reconocido como una nación amiga, seria y madura en el campo diplomático.
Menudo asunto le toco en el 2002 que fue el periodo anterior en que estuvo como miembro no permanente (que cabe señalar de nuevo, así esta otra vez) con el inicio de hostilidades en Irak y donde, todas las fuerzas políticas de México cerraron filas con el entonces presidente Vicente Fox, para decir NO en naciones unidas, a la invasión de Irak; de hecho, se vio la presión de aliados de estados unidos (Aznar de España, el canciller japonés, el canciller británico, el presidente de Hungría etc.) para que México apoyase como presidente del consejo de seguridad de naciones unidas, el deseo de algunos de invadir Irak, cuestión que no se logro provocando la guerra preventiva que, ya todos conocemos.
Los tiempos actuales no se ven menos complicados, las hostilidades de medio oriente, las flagrantes violaciones de los derechos humanos en África y la negativa absurda de Irán en detener su programa energético atómico que tiene a varias naciones preocupadas.
Amen si sumamos la crisis alimentaria que ya muchos creen ha pasado, la crisis económica y otros menesteres que, podrían ser abordados en naciones unidas como parte de la agenda temática de algunas naciones.
Bueno pues, tras esta breve explicación, sea bienvenida de nueva la estadía de México, en el consejo de seguridad de naciones unidas.