México ha ingresado como miembro de pleno derecho en la Comisión Europea para la Democracia a través del Derecho (Comisión de Venecia), tras su participación varios años como país observador.
Según informaron hoy fuentes diplomáticas mexicanas, el ingreso supone “la consolidación del reconocimiento internacional a los esfuerzos de avance democrático” y permitirá una “mayor interacción” con los avances democráticos en Europa.
Además, se valora la posibilidad de aprovechar las experiencias en asuntos relevantes para México, como los derechos políticos de las minorías, la democracia directa, y la financiación y deontología de los partidos políticos.
El Tribunal Federal Electoral, el Instituto Federal Electoral y la Corte Suprema de Justicia mexicana habían expresado un “gran interés” para que México formara parte de la Comisión de Venecia y se convirtiera así en su estado miembro número 57.
Creada en 1990, la Comisión de Venecia promueve la democracia a través del derecho, ofrece consejos jurídicos a los países que lo demandan y asiste a los mismos para adecuar los marcos jurídico y constitucional a los estándares del Consejo de Europa.
Está compuesta por expertos independientes en materia constitucional y trabaja de manera estrecha con los tribunales constitucionales y supremos, con el objetivo de reforzar su independencia y facilitar el intercambio entre ellos.
Aparte de los 47 Estados miembros del Consejo de Europa, forman parte de la Comisión de Venecia Kirguizistán (2004), Chile (2005), Corea (2006), Marruecos y Argelia (2007), Israel y Túnez (2008), Perú y Brasil (2009).
La Comisión Europea, África del Sur y la Autoridad Nacional Palestina disponen de un estatus especial de cooperación, equivalente al que tienen como observadores Argentina, Uruguay, Canadá, Estados Unidos, Japón, Kazajistán y la Santa Sede.
Bielorrusia, único país europeo que no pertenece al Consejo de Europa, es miembro asociado,