México guardará una reserva de 400.176 dosis de Tamiflu donadas por Estados Unidos, uno de los dos medicamentos eficaces para el tratamiento del virus AH1N1, para enfrentar un posible rebrote de gripe A durante la próxima temporada invernal, reveló hoy una fuente oficial.
“Estos nuevos virus no los conocemos, por lo que sí existe una posibilidad de que se tenga una nueva ola epidémica en la próxima época invernal y estas reservas nos permiten estar preparados”, consideró el subsecretario de Salud en materia de prevención, Mauricio Hernández.
Durante una ceremonia en la sede de la cancillería mexicana para agradecer la cooperación de EE.UU. durante la epidemia, Hernández dijo que hasta el momento todas las medidas tomadas por el Gobierno ante la epidemia “han tenido bases científicas”.
El funcionario de salud indicó que un total de quince científicos de diferentes nacionalidades trabajan actualmente en México para investigar el virus AH1N1.
Según los últimos datos difundidos por el Ejecutivo, la gripe A en México ha causado 44 muertos y 1.204 contagios.
El país cuenta actualmente con más de 1,5 millones de dosis de Tamiflu (nombre comercial del componente oseltamivir), según datos de la Secretaría de Salud.
Para enfrentar esta situación algunos países como China, Francia, España, Corea y EE.UU. han donado además a México equipos médicos y dinero en efectivo.
Estas muestras de apoyo son uno de los mejores ejemplos de cooperación internacional que México haya tenido, aseguró el subsecretario mexicano.
La cooperación internacional era “imprescindible” y ejemplifica el sentido de “corresponsabilidad” en el combate contra una enfermedad, que representa un “desafío global”, consideró por su parte, en el mismo acto, el subsecretario para América del Norte del ministerio de Relaciones Exteriores de México, Carlos Rico.
El vicecanciller destacó particularmente el apoyo del pueblo y el Gobierno de Estados Unidos, particularmente por su reciente donativo de 7 millones de dólares, de los cuáles 5 millones de dólares fueron destinados a la Organización Mundial de la Salud para investigación.
Rico mencionó que durante la etapa de alerta en el país en todo momento la frontera que comparte México y Estados Unidos, de unos 3.000 kilómetros, se mantuvo abierta.
Ello demuestra que México ha “logrado manejar una situación muy compleja de manera cooperativa, constructiva”.
“Cuando se tiene la voluntad política de cooperar y asumir una corresponsabilidad se pueden dar respuestas adecuadas a los más complejos desafíos”