Este 4 de julio, México se convirtió en el primer país de Latinoamérica en prohibir la explotación comercial de mamíferos marinos. La reforma al artículo 60 Bis de la Ley General de Vida Silvestre establece:
Fin a la reproducción comercial
Prohibición de nuevos espectáculos
Regulación estricta para ejemplares actuales
Supervisión federal para transición ética
Impulsada desde la sociedad civil, esta victoria aterriza el bienestar animal como derecho constitucional. Quintana Roo, donde reside el 85% de los delfines cautivos del país, tiene ahora la oportunidad de liderar el siguiente paso lógico: el desarrollo de santuarios marinos.