México descendió tres lugares, al pasar de la posición 50 a la 53, en el Índice de Competitividad Mundial 2020, elaborado por el Instituto para el Desarrollo Gerencial (IMD, por sus siglas en inglés), ante el débil desempeño económico del país y una desaceleración en la inversión.
De acuerdo con el reporte, es la posición más baja para la nación desde 1997, cuando fue incluido en dicho indicador. En paralelo, refleja un deterioro competitivo desde 2016, cuando se ubicó en el puesto 45; posteriormente, en 2017 disminuyó al 48 y al año siguiente llegó al lugar 51. No obstante, en 2019 subió al peldaño 50.
Al interior del país, México descendió de la posición 28 a la 38 en desempeño económico; en eficiencia gubernamental cayó del sitio 52 a 55. En contraste, registró un incremento en eficiencia empresarial, al pasar del lugar 49 al 48, mientras que en infraestructura se mantuvo en el puesto 57.
De acuerdo con la encuesta del IMD, los principales atractivos de la economía mexicana son los costos, la calidad de la mano de obra y las relaciones laborales efectivas. En tanto, los elementos menos atractivos son la estabilidad política, la falta de predictibilidad de las políticas públicas y competitividad gubernamental.
Para la evaluación de cada entidad, se toman en cuenta datos de 63 economías, elegidas en función de su disponibilidad en estadísticas internacionales comparables y la colaboración con los socios de institutos locales, los cuales contribuyen a la recopilación en datos de encuestas y garantizan que la información sea confiable.
“El beneficio de las pequeñas economías en la crisis actual proviene de su capacidad para combatir una pandemia y de su competitividad económica”, refirió Arturo Bris, director del Centro de Competitividad Mundial IMD.