Londres 2012 en un escenario que muchos denominan, la catedral del Futbol, Wembley.
Partamos desde el principio, México sabía que necesitaba imponerse lo antes posible, por ello mismo un gol tempranero ante un error de la defensa, México en menos del segundo 40 ya iba arriba en el marcador 1 – 0
El corazón de los mexicanos comenzó a desbordarse, el sí se puede estaba en los labios de los mexicanos, nacido desde lo más profundo de su corazón.
México jugó al tú por tú ante un rival que sabíamos en cualquier momento, podía con una acción individual el empatar, pero Brasil no se sintió cómodo ante el juego de equipo que México demostró con el toque del balón y acciones de media cancha, los cariocas pudieran desesperarse.
El segundo tiempo trajo a un Brasil más combativo, algunas llegadas al marco mexicano hicieron abrir los ojos a los aficionados que estábamos pidiendo a la selección olímpica, otro gol para ampliar la ventaja.
Las peticiones fueron escuchadas, el segundo gol de México llegó como quien espera las buenas noticias, 20 minutos antes del final México aventajaba ya a Brasil 2 goles por cero, el oro olímpico cada vez estaba más cerca y eso lo sabían también los brasileños, ya que a dos minutos del final Brasil anoto un gol que había tanto anhelado.
La transmisión televisiva no mostró a los mexicanos que seguíamos la transmisión, cuantos minutos más se habían agregado, no había razón para que fueran más de 1 o 2, pero cuando en el minuto tres de tiempo de compensación Brasil tuvo una llegada al marco mexicano, los mexicanos comenzamos a pedir que no fuera la historia de siempre, nos empataran y se complicara todo.
Lo cierto es que el pitazo final de parte del silbante hizo que los mexicanos gritáramos a una voz SI SE PUEDE y llegaran nuestros mejores deseos hasta Londres, al estadio Wembley.
Imagine usted la alegría no suya o mía, sino de esos chicos que tuvieron el temple para ganar, en la catedral del futbol y frente a una potencia futbolística como lo es Brasil, cuyo único título que le hace falta ganar es la medalla de oro olímpica, jamás en su vida Brasil, ha podido levantarse con la medalla de oro al cuello.
Hoy es un día de fiesta y con esta crónica en Solo Opiniones queremos unirnos a la alegría del pueblo mexicano que ganó la presea dorada, algo que jamás había logrado en su vida y que concreto bajo el mando de un director técnico mexicano.
¡Felicidades México!
Para muchos era un sueño, pero la realidad el día de hoy se impuso, México es campeón olímpico en Partamos desde el principio, México sabía que necesitaba imponerse lo antes posible, por ello mismo un gol tempranero ante un error de la defensa, México en menos del segundo 40 ya iba arriba en el marcador 1 – 0
El corazón de los mexicanos comenzó a desbordarse, el sí se puede estaba en los labios de los mexicanos, nacido desde lo más profundo de su corazón.
México jugó al tú por tú ante un rival que sabíamos en cualquier momento, podía con una acción individual el empatar, pero Brasil no se sintió cómodo ante el juego de equipo que México demostró con el toque del balón y acciones de media cancha, los cariocas pudieran desesperarse.
El segundo tiempo trajo a un Brasil más combativo, algunas llegadas al marco mexicano hicieron abrir los ojos a los aficionados que estábamos pidiendo a la selección olímpica, otro gol para ampliar la ventaja.
Las peticiones fueron escuchadas, el segundo gol de México llegó como quien espera las buenas noticias, 20 minutos antes del final México aventajaba ya a Brasil 2 goles por cero, el oro olímpico cada vez estaba más cerca y eso lo sabían también los brasileños, ya que a dos minutos del final Brasil anoto un gol que había tanto anhelado.
La transmisión televisiva no mostró a los mexicanos que seguíamos la transmisión, cuantos minutos más se habían agregado, no había razón para que fueran más de 1 o 2, pero cuando en el minuto tres de tiempo de compensación Brasil tuvo una llegada al marco mexicano, los mexicanos comenzamos a pedir que no fuera la historia de siempre, nos empataran y se complicara todo.
Lo cierto es que el pitazo final de parte del silbante hizo que los mexicanos gritáramos a una voz SI SE PUEDE y llegaran nuestros mejores deseos hasta Londres, al estadio Wembley.
Imagine usted la alegría no suya o mía, sino de esos chicos que tuvieron el temple para ganar, en la catedral del futbol y frente a una potencia futbolística como lo es Brasil, cuyo único título que le hace falta ganar es la medalla de oro olímpica, jamás en su vida Brasil, ha podido levantarse con la medalla de oro al cuello.
Hoy es un día de fiesta y con esta crónica en Solo Opiniones queremos unirnos a la alegría del pueblo mexicano que ganó la presea dorada, algo que jamás había logrado en su vida y que concreto bajo el mando de un director técnico mexicano.
¡Felicidades México!