La exposición Encuentros México y Colombia, que se presenta en el Museo Nacional, sorprende al público porque son obras únicas en su género, que pone en diálogo artístico a los dos países, a través de las diferencias y similitudes de sus culturas.
La muestra que cuenta con 100 obras entre pinturas, dibujos, esculturas, fotografías y grabados que recorren géneros como el bodegón, el paisaje y el retrato, ha recibido una nutrida asistencia desde su apertura, explicó el docente del Museo Nacional, Alexis Toapanta.
La exposición se divide en cuatro ejes: El primero “Conocer el Territorio”, el cual invita a reflexionar sobre el vasto paisaje mexicano y el montañoso y exuberante paisaje colombiano.
El segundo “Los Habitantes” destaca el interés por lo social y la búsqueda por construir un modelo de identidad latinoamericana que influenció el arte colombiano.
El tercer grupo denominado “Disponer de la Naturaleza” se muestra del bodegón, desde la composición de los objetos como una acción artística e intelectual, y el cuarto grupo “Lo Onírico”, donde se presentan obras poéticas y algo irreales.
Cuando se ingresa a esta exhibición, la expectación invade al público porque es tal la belleza del arte mexicano y colombiano que no sabe por dónde empezar.
La obra de Diego Rivera, al lado de una pieza de Frida Khalo en sus inicios, de un niño que goza de trazos exactos y gran belleza, es una de las maravillas artísticas en la sala del Museo Nacional.
La muestra sigue con la nostalgia, tristeza y líneas finas de Manuel Rodríguez, el manejo del equilibrio en los colores y en las dimensiones de Rufino Tamayo y la fuerza, agresividad y sentido social de David Alfaro Siqueiros, entre otros.
Es fascinante observar en detalle –por ejemplo- la escultura Mujer Poblana del colombiano Rodrigo Arenas Betancourt, que aunque es pequeña, es perfecta.
Las obras de Arenas Betancourt destacan por su monumentalidad y dramatismo. Así como el soberbio volumen y la perfección en la redondez de las figuras de Fernando Botero. Sin dejar de un lado a Débora Arango, quien hace énfasis en sus fuertes trazos y figuras humanas deformadas.
También resaltan por México las obras de Felipe Santiago Gutiérrez, Saturnino Herrán, Jorge González Camarena, y Eduardo Morales, entre otros.
Y por Colombia Luis Ángel Rengifo, Rómulo Rozo, Andrés de Santamaría, Luis Alberto Acuña, Luis de Llanos, Ramón Torres Méndez y Jesús María Zamora.
Esta exposición que reúne los archivos particulares del Museo Nacional y el empresarial Grupo Sura, con la curaduría de Alberto Sierra y Consuelo Fernández, es un claro testimonio no solo de la riqueza cultural, sino del entendimiento mutuo entre México y Colombia.
Esta exposición viene de presentarse en el Museo Dolores Olmedo y en el Centro Cultural de Tijuana en México y en el Mueso de Antioquia en la ciudad de Medellín, Colombia, y estará hasta el 17 de junio en el Museo Nacional.