El designado presidente Roberto Micheletti dijo que no permitirá el retorno del depuesto gobernante Manuel Zelaya y criticó al embajador estadounidense en Tegucigalpa por reunirse con el mandatario derrocado en Managua.
”El embajador (Hugo Llorens) cometió un grave error… y ese es un acto de intromisión (en los asuntos internos hondureños)”, dijo Micheletti a periodistas la noche del jueves al concluir una sesión de trabajo con sus principales colaboradores.
Un enfrentamiento entre seguidores de Zelaya y la policía dejó el jueves 26 lesionados y 88 detenidos. El gobernante fue depuesto por un golpe militar el 28 de junio y el congreso designó a Micheletti.
”Repito con claridad que si hay una solución que contemple mi retiro (del cargo), lo haré con todo gusto, pero tampoco Zelaya regresará a Honduras como gobernante… y él puede venir a los tribunales, que lo esperan, pero bajo ninguna circunstancia lo dejaremos tomar posesión del gobierno”, dijo el mandatario designado.
Un ex funcionario hondureño dijo el jueves que Micheletti ha retirado su rechazo a la posibilidad de que Zelaya vuelva a la presidencia, pero quiere concesiones para tranquilizar a los empresarios reticentes.
La fuente, quien solicitó permanecer en el anonimato por no tener autorización para divulgar los detalles de una conversación privada, dijo que el jefe del gobierno de facto le comunicó al mediador, el presidente costarricense Oscar Arias, que la puerta estaba abierta para la restitución de Zelaya.
Micheletti, sin embargo, negó el jueves por la noche, haber manifestado a Arias estar dispuesto a entregar el poder a Zelaya.
”En ningún momento he dado esas declaraciones ni las voy a dar (porque) soy un hombre de carácter que mantiene su posición”, subrayó.
Admitió que pidió a Arias enviar una misión a Honduras a conocer la situación de primera mano y a persuadir a algunos grupos de poder, especialmente empresarios, para que acepten una salida negociada al conflicto.
Advirtió que ”si en un momento determinado (Zelaya) se sale de esa montaña Asegura que está dispuesto a retirarse del cargo, pero no permitirá que el depuesto mandatario vuelva a gobernar
TEGUCIGALPA.- El designado presidente Roberto Micheletti dijo que no permitirá el retorno del depuesto gobernante Manuel Zelaya y criticó al embajador estadounidense en Tegucigalpa por reunirse con el mandatario derrocado en Managua.
”El embajador (Hugo Llorens) cometió un grave error… y ese es un acto de intromisión (en los asuntos internos hondureños)”, dijo Micheletti a periodistas la noche del jueves al concluir una sesión de trabajo con sus principales colaboradores.
Un enfrentamiento entre seguidores de Zelaya y la policía dejó el jueves 26 lesionados y 88 detenidos. El gobernante fue depuesto por un golpe militar el 28 de junio y el congreso designó a Micheletti.
”Repito con claridad que si hay una solución que contemple mi retiro (del cargo), lo haré con todo gusto, pero tampoco Zelaya regresará a Honduras como gobernante… y él puede venir a los tribunales, que lo esperan, pero bajo ninguna circunstancia lo dejaremos tomar posesión del gobierno”, dijo el mandatario designado.
Un ex funcionario hondureño dijo el jueves que Micheletti ha retirado su rechazo a la posibilidad de que Zelaya vuelva a la presidencia, pero quiere concesiones para tranquilizar a los empresarios reticentes.
La fuente, quien solicitó permanecer en el anonimato por no tener autorización para divulgar los detalles de una conversación privada, dijo que el jefe del gobierno de facto le comunicó al mediador, el presidente costarricense Oscar Arias, que la puerta estaba abierta para la restitución de Zelaya.
Micheletti, sin embargo, negó el jueves por la noche, haber manifestado a Arias estar dispuesto a entregar el poder a Zelaya.
”En ningún momento he dado esas declaraciones ni las voy a dar (porque) soy un hombre de carácter que mantiene su posición”, subrayó.
Admitió que pidió a Arias enviar una misión a Honduras a conocer la situación de primera mano y a persuadir a algunos grupos de poder, especialmente empresarios, para que acepten una salida negociada al conflicto.
Advirtió que ”si en un momento determinado (Zelaya) se sale de esa montaña (de Nicaragua, donde anunció que se prepara para reasumir el poder) donde hace de guerrillero, y no sigue pensando en la presidencia, buscaría una tercería para que no haya más problemas porque quiero paz y tranquilidad en mi país”.
La tercería sería el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Jorge Rivera, que es el único titular de un poder estatal reconocido por la comunidad internacional, la que ha dejado por fuera al Congreso y a otros organismos y funcionarios públicos importantes por participar en el derrocamiento de Zelaya el 28 de junio.
Para impedir la entrada de Zelaya por Nicaragua, el gobierno de facto mantiene un toque de queda en la provincia fronteriza de El Paraíso