Cientos de inmigrantes permanecen bloqueados en la frontera italiana de Ventimiglia debido a que las autoridades de Francia les impiden el paso desde hace dos días, lo que ha generado protestas.
Mientras algunos migrantes gritaban consignas por la libertad de movimiento en la Unión Europea (UE), la Cruz Roja intentó repartir comida entre los extranjeros, quienes la han rechazado argumentando que lo que necesitan no es comida sino una respuesta a su situación.
Pese al cierre de la frontera francesa, el número de migrantes presentes en el área ha disminuido y se cree que encontraron alternativas de tránsito para ingresar a Francia, de acuerdo con un despacho de la agencia italiana ANSA (Agenzia Nazionale Stampa Associata, por sus siglas en italiano).
El presidente de la Cruz Roja de Roma, Flavio Ronzi, señaló que se estableció un campamento en la estación Tiburtina de la capital italiana para albergar a los inmigrantes, ante la situación de emergencia registrada en los últimos días.
La mayoría de los migrantes quienes son provenientes de países del Cuerno de África, han sido desalojados de la estación central de Milán, donde se encontraban refugiados, por lo que se han ubicado en la parte exterior, donde algunos voluntarios intentan darles ayuda.