El senador Miguel Barbosa, líder de la bancada del PRD en el senado de la república, está un poco desencantado de la política ya que no puede entender como lo que durante años se forjo con trabajo ciudadano, se está enviando a la fregada.
Hablamos de la izquierda en México.
No es que el PRD este en su mejor momento, porque no lo está, debe ser crítico a los problemas que se han generado por malos liderazgos y deficientes controles de las candidaturas que han llevado a que los participantes en los cotejos electorales, no sean los mejores.
Además de que el haberse casado con el mesianismo de Andrés Manuel López Obrador no fue lo más sano, ya que se muestra ahora el tabasqueño lejano, contrario a lo que decía, fuera del PRD pero eso sí, pateando la cuna que lo meció durante tanto tiempo y claro, le arropo cuando todos querían verlos en la cárcel tras los bloqueos de pozos en Tabasco.
Ahora Andrés Manuel López Obrador no solo no está en el PRD sino también desde Morena está torpedeando a su antiguo partido, muy a su estilo, reventando todo lo que no controla, Miguel Barbosa lo sabe y como no está muy a gusto con la actual dirigencia del PRD se piensa y se ve que quizá se mude a Morena aunque él diga, que eso no es cierto.
Lo cierto es que Miguel Barbosa está llenándose de odios y esta así como Andrés Manuel, olvidándose del partido que lo ha encumbrado hasta donde está en este momento, quizá y quiera irse, als puertas están abiertas para ir y venir, lo cierto es que no se vale hable mal de sus compañeros de partido en lo privado y en lo público diga que todos son amigos y felices y contentos.
A eso, díganle al senador Barbosa, se le llama hipocresía.