Nació en Aoiz, Navarra, Francia, en 1746. Virrey de la Nueva España del 31 de mayo de 1798 al 29 de abril de 1800. Murió en Burdeos, Francia, en 1826
Para sustituir al marqués de Branciforte al frente de la Nueva España y mejorar la imagen de la monarquía, Carlos IV nombró a Miguel José de Azanza, burócrata eficaz y honesto.
Azanza gobernó casi dos años, suficientes para remediar la delicada situación propiciada por su antecesor.
Corrigió los abusos, devolvió los bienes confiscados, abolió la compraventa de grados en el ejército, limpió de funcionarios corruptos la real hacienda y reorganizó el cobro de impuestos.
El virrey, que consiguió recobrar la confianza de la población, pudo gobernar con el respeto de los novohispanos.
Obtuvo también el reconocimiento del monarca, a quien envió la remesa de oro y plata más importante de la historia colonial, valuada en esa época en catorce millones de pesos; no obstante, durante su mandato surgió, en la Ciudad de México, la primera conspiración encaminada a obtener la independencia de la nación