El voto nulo no afectará el financiamiento a los partidos polÃticos ni pondrá en riesgo el registro de los institutos pequeños, advirtió Leonardo Valdés, consejero presidente del Instituto Federal Electoral (IFE).
Aunque refrendó que el IFE â??no es censorâ? de las expresiones de la sociedad mexicana, insistió en que debe quedar claro al ciudadano que anule su boleta, que ese voto no tendrá implicaciones jurÃdicas ni polÃticas.
â??Las boletas anuladas no cuentan para la elección de los diputados, para el registro de los partidos ni para el financiamiento público de los partidos. De tal suerte que es una forma de participación que no tiene consecuencias polÃticas ni jurÃdicasâ?, señaló.
Por ello, insistió, la promoción del voto nulo â??para efecto del árbitro y de la organización de las elecciones no hay ninguna consecuenciaâ?.
Al participar en la Cámara de Diputados en la presentación del Diccionario de la Constitución Mexicana, del priista Carlos Armando Biebrich, Valdés explicó que el cálculo del porcentaje requerido para mantener el registro como partido polÃtico se calcula a partir de los votos válidos.
El funcionario lanzó una invitación a los ciudadanos a acudir a las urnas y garantizó que su voto será contado.
Dijo que las autoridades y los actores que intervie-
nen en los procesos electorales deben anteponer la tolerancia ante ese tipo de expresiones.
Hizo también un llamado a que mientras la reforma electoral arroje sus resultados definitivos, â??respaldemos la labor de los organismos electorales.
â??El dÃa de los comicios nosotros contaremos los votos registrando puntualmente el sentido de cada ciudadanoâ?, ofreció.
Aseguró que la organización de la elección está a 90 por ciento y aseguró que la ciudadanÃa tiene una â??absoluta confianzaâ? en las autoridades electorales.
– Claves
Pide respeto
� Leonardo Valdés dijo el martes que el llamado a votar en blanco se vincula a la libertad de expresión, por lo que pidió respetarla.
� Adelantó que el IFE continuará con su compaña de participación ciudadana, aunque reconoció que calculan un mayor abtencionismo que en 2006