La policía española alertó a las autoridades mexicanas que Juan Manuel Muñoz Luévano, el Mono Muñoz, enlace de Los Zetas en Europa, ordenó el asesinato de una agente del Ministerio Público de Coahuila, pero la respuesta de México ha sido “el silencio”, según fuentes de la Fiscalía Anticorrupción citadas hoy por El País.
El matutino español retoma la información que en abril pasado difundió la agencia EFE sobre la orden que da el capo de Los Zetas en España a un sobrino para asesinar a una mujer que colaboraba con su organización por fallarles, pero añade que “México no ha requerido a los fiscales españoles ninguna información adicional, ni enviado una comisión rogatoria de auxilio judicial para investigar esta amenaza. Una circunstancia que ha provocado el estupor y la sorpresa de las autoridades españoles por la gravedad del caso”.
La página del documento que El País difunde en su sitio web tiene fecha del 17 de marzo, un día antes de la detención de Muñoz Luévano en su vivienda de Madrid. El capo está a la espera de una posible extradición a Estados Unidos, país que le reclama por delitos de narcotráfico y tráfico de armas de fuego.
La información señala que para España el caso fue tan relevante, que la policía levantó el secreto de sumario judicial para “intentar salvar la vida de la funcionaria. Los fiscales españoles ignoran cuál fue la suerte de esta mujer”.
El documento fue enviado por el comisario jefe de la Brigada de Investigación de Blanqueo de Capitales y Anticorrupción de la UDEF que dice haber enviado a la División de Cooperación Internacional.
Señala de la orden del Mono de asesinar a la mujer. “Los hechos que motivarían la orden de acabar con su vida están vinculados a que (la funcionaria) es conocedora de una orden de detención/presentación contra el identificado como Salomón Ayup Muñoz, alias Monchi”, sobrino del capo, como el autor de un secuestro de un “miembro de la familia Burciaga acaecido en el estado de Coahuila”.
En represalia por no haber informado sobre esa orden, “la organización a la que pertenece Salomón se ordena acabar con su vida”.
Quien puso en conocimiento de la organización de Muñoz la existencia de la orden de detención es un hombre llamado “Erik de la Rosa, que podría tratarse de un funcionario que desarrolla su trabajo en el Departamento de Desaparecidos”.
La información incluye la conversación en la que Juan Manuel Muñoz Luévano llamó a un teléfono de su empresa Cargo Gas, para contactar con su sobrino Salomón, se lee cuando da la orden: “Y si no, pues para que vaya usted y la mata ahí”.
La orden contra el sobrino es por la desaparición de un miembro de la familia Burciaga, relacionado con el narcotráfico en Matamoros, que trabajaban para Sergio Villarreal, El Grande, exmiembro de los Beltrán