Estados Unidos debe superar su obsesión en la frontera sur, que ocurre por las ansiedades en esa región que han desencadenado un pánico que â??alegraâ? a los polÃticos de la derecha, indicó hoy el diario The New York Times en un editorial.
Citó como ejemplo el paquete de seguridad fronteriza de 600 millones de dólares que el presidente Barack Obama promulgó inmediatamente y el anuncio de la secretaria de Seguridad Interna, Janet Napolitano, que los aviones Predator vigilaban la frontera.
A nivel estatal, la gobernadora de Arizona, Jan Brewer, promulgó la ley antiinmigrante SB 1070, fue a la Casa Blanca a instruir a Obama sobre control fronterizo y elevó el tono con las morbosas historias de decapitaciones en el desierto, señaló el rotativo.
Asimismo, polÃticos de Arizona pidieron cambiar las leyes estatales y la Constitución para impedir que extranjeras tengan â??bebés terroristasâ? en territorio estadunidense y el senador de Arizona John McCain ganó las primarias republicanas con la promesa de completar el muro.
Desde Arizona â??se está vendiendo una imagen de caos y violencia desconectada de la realidadâ?, anotó el diario neoyorquino, que indicó que la violencia en la frontera ha bajado.
â??Las decapitaciones en el desierto son un mito, a menos que la gobernadora Brewer, que evadió preguntas al respecto la semana pasada, tiene pruebas que no está compartiendoâ?, indicó.
The New York Times sostuvo que las duras medidas en la frontera han sido una terapia para un paÃs asustado, pero no resolverán los problemas de inmigración.
â??Los bebés terroristas son una ficción, pero millones de trabajadores sin autorización no lo son. En algún punto se recuperará la economÃa. Aumentará la demanda de mano de obra del inmigrante y aumentarán los cruces ilegalesâ?, señaló el diario.
Agregó que las firmas rogarán por trabajadores legales y los Predators, los soldados y los muros impedirán el paso de muchos migrantes, pero no de todos y millones de personas seguirán trabajando fuera de la ley.
â??Y el paÃs aprenderá que gastó miles de millones de dólares para resolver un problema que una frontera sellada no lo resolveráâ?, señaló.
El diario citó un estudio reciente del Centro Hispano Pew que reportó que la inmigración indocumentada ha bajado a 11 millones, un millón menos desde 2007, en parte por la recesión y las duras medidas.
El informe indicó que no se está produciendo un éxodo de inmigrantes, lo cual sugiere que es tiempo de integrar a esas personas, y argumentó que cuando la economÃa surja de nuevo, debe estar lista para afrontar un nuevo flujo legal y ordenado de inmigrantes