La Fiscalía solicitó a un juez de Washington que imponga a Alfredo Beltrán Leyva, líder de uno de los cárteles del narcotráfico más conocidos de México, una multa de 10 mil millones de dólares y una pena máxima de cadena perpetua por tráfico de drogas.
La defensa del mexicano, por su parte, pide una sentencia de 25 años de prisión, según los documentos judiciales presentados ante la Corte del Distrito de Columbia y a los que accedió hoy la agencia noticiosa EFE.
El gobierno estadunidense argumenta que Beltrán Leyva, El Mochomo, debe pagar esa indemnización para compensar los beneficios que, entre 2000 y 2012, obtuvo del transporte y venta desde México a Estados Unidos de miles de kilogramos de cocaína y metanfetaminas.
En febrero, Beltrán Leyva se declaró culpable de traficar con cocaína y metanfetaminas ante el juez Richard J. León de la Corte del Distrito de Columbia, y a finales de junio el Ejecutivo estadunidense añadió la multa a su petición de condena, que es de un máximo de cadena perpetua y un mínimo de diez años de prisión
Según Estados Unidos, la multa millonaria es “una estimación conservadora” de los beneficios que pudo haber obtenido Beltrán Leyva del narcotráfico.
Extraditado de México a Estados Unidos el 15 de noviembre de 2014, Alfredo Beltrán Leyva, de 45 años, recibirá sentencia el 20 de julio en la Corte del Distrito de Columbia y, por ello, la defensa y la fiscalía presentaron en las últimas semanas sus escritos de petición de condena.
En su escrito, fechado el lunes 11, la defensa argumenta que una sentencia de 25 años de cárcel es suficiente para Beltrán Leyva porque, aunque formaba parte del cártel que lleva sus apellidos, el líder de la organización criminal era su hermano Arturo Beltrán Leyva, fallecido en diciembre de 2009.
“Arturo era el líder indiscutible hasta su muerte en 2009 de lo que el gobierno llama la organización de narcotráfico de los Beltrán Leyva”, argumenta la defensa en su escrito.
Los abogados de Beltrán Leyva evitan señalar de esa forma a Héctor, otro hermano, capturado en octubre de 2014 y a quien las autoridades también sitúan en la cabeza del cártel familiar.
El proceso ha alcanzado una notable importancia porque la Fiscalía ha detallado en varias ocasiones la alianza que unió en los noventa a los Beltrán Leyva y al Cártel de Sinaloa, liderado por Joaquín El Chapo Guzmán, quien fue arrestado el 8 de enero y tiene pendiente su extradición a Estados Unidos.
Durante el proceso judicial, los fiscales han mencionado en varias ocasiones las reuniones que mantenían en las montañas de México El Mochomo y El Chapo para planificar el envío de grandes cantidades de cocaína a Estados Unidos.
La detención en enero de 2008 de Alfredo Beltrán Leyva produjo la ruptura entre el clan familiar y el Cártel de Sinaloa, encabezado por El Chapo e Ismael El Mayo Zambada, a quienes los Beltrán Leyva acusaron de traición por supuestamente haber entregado a El Mochomo.
El resultado de la ruptura entre las dos bandas criminales fue una violenta guerra entre ellas y el asesinato de miles de mexicanos, incluyendo políticos y numerosos policías.