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Mohamed Belkaid pretendía ser bombardero suicida. El pistolero argelino vinculado recientemente a los ataques extremistas del pasado 13 de noviembre en París tras ser abatido por la policía, se unió a la milicia radical Estado Islámico en 2014 y manifestó que quería morir como un suicida, evitando la opción de convertirse en combatiente.
Mohamed Belkaid, que era un desconocido para las autoridades, falleció abatido el martes en una redada que condujo a la captura del huido Salah Abdeslam, que se cree que escapó del departamento mientras Belkaid disparó el rifle de asalto Kalashnikov encontrado más tarde junto a su cuerpo.
En documentos exclusivos entregados a The Associated Press por el cibersitio de noticias de la oposición siria Zama al-Wasl, Belkaid contó a los extremistas que había viajado por toda Europa – incluyendo a España, Alemania y Francia – y que residía en Suecia. Proporcionó un pasaporte al grupo y un número de teléfono de un familiar cercano, que el viernes parecía inactivo.
En el documento decía no tener experiencia como yihadi y que nadie respondía por él en el momento de su llegada a Siria el 19 de abril de 2014. Estado Islámico valora el crecimiento de sus redes en el extranjero, y tener un patrocinador es visto tanto como un signo de credibilidad como una forma de medir su alcance.
Belkaid dijo que su profesión era fabricante de caramelos.
Los servicios de inteligencia de Alemania aseguran tener una copia de los mismos documentos que maneja el cibersitio de la oposición Siria, y creen que son auténticos.
La “solicitud” de Belkaid para ingresar al grupo Estado Islámico y su posterior relación con los atacantes del 13 de noviembre, muchos de los cuales se habían conocido y entrenado juntos en Siria, pone de manifiesto la dificultad para desentrañar el alcance de la célula que causó 130 muertes en París.
El presidente francés, François Hollande, dijo el viernes que en los atentados participaron más personas de las que se creía inicialmente, y predijo más detenciones tras las de Abdeslam y otras cuatro personas.
El viernes, la fiscalía belga dijo que “muy probablemente” Belkaid fue el cómplice de Abdeslam y que habría empleado una identificación falsa belga con el nombre de Samid Bouzid. Un varón que empleó este documento era uno de los dos que fue visto con Abdeslam en un auto de alquiler en la frontera entre Hungría y Austria el pasado septiembre.
La misma identificación falsa fue empleada el 17 de noviembre para transferir 750 euros al primo de Abdelhamid Abbaoud, el presunto cerebro del ataque. Tanto Hasna Ait Boulahcen como Abbaoud fallecieron en el sitio policial a un departamento pagado con esa transferencia y que quedó destrozado por un suicida que se atrincheró con los dos hombres.
Belkaid fue asesinado el martes por un francotirador de la policía en Bruselas. Al lado de su cuerpo se encontró un Kalashnikov, además de un libro salafí, una rama ultraconservadora del islam. En otros puntos del departamento la policía encontró una bandera de Estado Islámico además de 11 cargadores de Kalashnikov y una gran cantidad de municiones, explicó la fiscalía.
Mohamed Belkaid pretendía ser bombardero suicida

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