etapa, el apoyo del gobierno a Pemex ha sido más retórico que efectivo, y aún no se ven resultados concretos que indiquen una mejora significativa en la situación financiera de la empresa. Además, la dependencia de Pemex de recursos gubernamentales sigue siendo alta, lo que pone en riesgo la calificación soberana de México.
Por otra parte, el Plan Estratégico de Pemex tiene metas ambiciosas, como la autosuficiencia para el año 2027, pero algunos analistas dudan de que se puedan cumplir en el plazo establecido. Se necesitarán cambios estructurales profundos y una gestión eficiente para lograr esas metas, y hasta ahora no se ha visto un avance significativo en ese sentido.
En resumen, si bien el Plan Estratégico de Pemex ha generado cierto optimismo en el mercado, aún es necesario esperar a ver resultados concretos antes de elevar la calificación de la empresa. El apoyo del gobierno es importante, pero no es suficiente para resolver los problemas de fondo de la petrolera.