Las anteriores fueron algunas de las conclusiones de los participantes de la plenaria “Importancia y retos del ecoturismo en México”, Héctor Gabriel Ceballos Lascurain, creador del concepto “ecoturismo”; Dalila Calvario Benítez, empresaria del ramo y Jesús Mantesa Rota, impulsor de parques y centros para el turismo de aventura.
En sus primeras intervenciones, moderadas por el secretario de Turismo, Jaime Álvarez Cisneros, los especialistas hicieron la distinción entre ecoturismo, el cual es la actividad turística que no daña el entorno, ni flora y fauna en donde se realiza el “de aventura”, son actividades de recreación para jóvenes, mientras que el turismo rural se identifica con usos y costumbres de las comunidades y pueblos donde se realiza.
De manera que los tres tipos deben ser turismo sustentable y regenerativo, es decir, sin afectaciones ni contaminación a los lugares visitados y, por el contrario, cuyos paseantes contribuyan económica y prácticamente a su preservación y al desarrollo de los habitantes de las mismas; además, unos y otros pueden formarse dentro de una educación ambiental, explicó Ceballos Lascurain.
Mencionó actividades como tirolesas, rappel, bicicleta de montaña, como actividades permitidas en términos sustentables, contrario al juego llamado “gotcha” y motociclismo de montaña que no son ni sustentables ni ecoturísticas, sino un daño para los lugares donde se practican; la tendencia en otros países consiste en paseos para la fotografía y pintura de paisajes, flora y fauna.
Coincidió con Dalila Calvario y Jesús Montesa en que la reserva de la biósfera en la selva baja caducifolia de la Sierra de Huautla, ubicada principalmente en el municipio de Tlaquiltenango, contiene la riqueza necesaria para convertirse en un atractivo para el ecoturismo, rural y de aventuras.
Jaime Álvarez indicó que existe el proyecto para ampliar las acciones ya iniciadas en esa área y otros punto de la entidad; Montesa Rota, señaló que la Ruta de los Conventos de Morelos se puede habilitar también para los paseos de senderos, es decir, por los antiguos caminos utilizados antes de la construcción de carreteras.
Los tres expositores mencionaron ejemplos de los tres tipos de turismo sustentable en algunos puntos del país y en los cuales, las comunidades que los habitan están recibiendo los beneficios de cuidar su patrimonio natural e histórico, al mismo tiempo que obtienen ingresos.
Reconocieron también la serie de dificultades que deben superarse, por lo cual, los gobiernos federal y estales deben generar los marcos legales y mecanismos financieros para acelerar la conversión del turismo convencional de “playa y sol” hacia las alternativas sustentables, en los que Morelos tienen amplias posibilidades de crecimiento.