Allie Kurtz dejó su trabajo en la industria del cine para realizar su sueño de trabajar en el mar, y cuando consiguió un puesto sobre la cubierta de un bote de buceo estaba alucinada.
Ella estuvo en ese bote, el Conception, cuando prendió fuego y se hundió. Fue la única tripulante de las 34 personas que quedaron atrapadas y murieron debajo de la cubierta cuando las llamas les bloquearon la única salida.
Amigos desde Sudamérica a Europa están llorando la muerte de la joven de 26 años.
Su familia dice que extrañará su espíritu aventurero y vivaz, pero sabe que ella murió haciendo lo que más quería.
Cinco tripulantes, incluyendo el capitán, que estuvieron sobre la cubierta pudieron escapar luego que el bote se incendió el lunes por la madrugada, mientras las víctimas dormían durante una excursión de buceo de tres días en la costa del sur de California.
Olivia Kurtz dijo que cree que la empresa normalmente tenía a un tripulante durmiendo abajo de la cubierta para ayudar a los pasajeros. Su padre, Robert, dijo que no responsabiliza a la empresa de buceo que le dio a su hija la oportunidad de realizar su sueño.