Una mujer de 70 años acudió con la oftalmóloga Katerina Kurteeva, de Newport Beach, California por tener una vista borrosa y presentar un fuerte dolor en los ojos, cuando la especialista ocular la recibió creyó se trataba de una infección a causa del maquillaje o una basurita obstruyendo, pero en realidad se trató de 23 pares de lentes de contacto atascados en los párpados superiores.
La oftalmóloga cuando empezó su revisión pudo abrir el fórnix y darse cuenta que se asomaban las orillas de lo que parecían unos lentes de contacto, al sacar el primer par seguía viendo las orillas, así que le solicitó a su asistente grabará la extracción, que a su parecer se trataba de un Record Guiness.
Se contabilizaron un total de 23 pares de lentes los cuales ya estaban de color verde de lo infectados que estaban, cuando en su presentación original son transparentes.
Al cuestionar a la mujer del por qué se había colocado un lente por encima de otro, respondió que en realidad no sabía que se quitaban.
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Una explicación que la doctora con más de 20 años de experiencia dio fue que la mujer había utilizado lentes de aumento durante 30 años consecutivos lo cual provocó que las terminaciones nerviosas de la córnea se desensibilizaran, impidiendo que se diera cuenta del dolor y por ese motivo la mujer no se quejó antes de la obstrucción ocular.
Los oculistas no recomiendan el uso de los lentes de contacto por más de ocho horas y está prohibido bañarse y dormir con ellos, debido a que los humanos dependiendo la fase del sueño en la que se encuentran giran los ojos mediante duermen.
Después de la extracción que requirió de anestesia, la médica le lavó los ojos a la mujer con agua destilada estéril y la paciente pudo recobrar su visión y desapareció el dolor.
MGG
