El Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York ha elevado a categoría de arte al símbolo de la arroba (@), utilizado en la actualidad sobre todo en las direcciones de los correos electrónicos, al sumarlo a su colección permanente.
“Se trata de una adquisición memorable, que nos llena de gozo y orgullo”, explicó la comisaria jefe del Departamento de Arquitectura y Diseño del MoMA, Paola Antonelli, en una entrada que hoy se puede leer en el blog del museo neoyorquino y donde destaca el carácter “conceptual” de la nueva “obra de arte” de la entidad cultural.
Para incluir a la arroba entre sus preciadas obras de arte, el MoMA ha adquirido la que llama “acta de diseño” del conocido símbolo, con lo que, según Antonelli, se da “un paso más” en la asunción de que “la posesión física de un objeto ya no es un requisito para su adquisición por un museo”.
“El arte contemporáneo, la arquitectura y el diseño pueden tomar manifestaciones inesperadas, desde códigos digitales a direcciones de internet, así como series de instrucciones que sólo pueden ser transmitidas por el artista”, explicó la comisaria de la institución neoyorquina, que detalló que la adquisición ha sido “gratuita”.
Antonelli aseguró que, “como la arroba es un símbolo público”, se trata así de “la única adquisición gratuita” que el museo ha efectuado en toda su historia, al tiempo que destacó que se trata de un símbolo “de un valor incalculable” y cuyo uso se remonta a los siglos VI o VII.
La experta del MoMa, que destaca que la arroba está ahora “en cada una de las capas de la vida en todo el mundo”, detalló que su uso surgió “de la voluntad de escribir de un solo trazo” la preposición latina “ad” y que pervivió entre los comerciantes venecianos del siglo XVI, que la utilizaban para referirse a una ánfora, recipiente que funcionaba como unidad de peso.
“Es muy interesante que la palbra en español para @ sea ‘arroba’, que curiosamente es también una unidad de medida”, dijo Antonelli, quien explicó que el símbolo se conocía como “la a comercial” cuando se incorporó al teclado de la máquina de escribir American Underwood en 1885.
Tras incorporarla en 1963 en los códigos estadounidenses de intercambio de información, fue el ingeniero Ray Tomlinson (Nueva York, 1941) quien la utilizó cuando creó la primera dirección de correo electrónico del mundo en 1971 para la compañía Bolt Beranek and Newman.
“Tomlinson acometió un poderoso acto de diseño que no sólo cambió el significado y la función de la arroba, sino que también se convirtió en una parte importante de nuestra identidad en las relación y la comunicación con nuestros semejantes”, dijo la experta en diseño y arquitectura del MoMA.
Para Antonelli, la creación de ese ingeniero tiene que ser celebrada en la colección del prestigioso museo neoyorquino, que siempre ha festejado “la elegancia, la economía y la transparencia intelectual incluidas en las artes de nuestro tiempo y la esencia de lo moderno”.
El museo mostrará la arroba en distintas tipografías dentro de su colección, que serán detalladas “como si se trataran del material del que una obra de arte está hecha”, según dijo la experta del MoMA, quien destacó la influencia de la arroba también en el lenguaje.
“En español se ha empezado a utilizar para denotar neutralidad en el género de las palabras”, explicó Antonelli, quien cita la expresión “¡Hola l@s viej@s amig@s y l@s nuev@s amig@s!” como ejemplo de su uso.
Además, destaca los distintos nombres que, en diferentes idiomas, se ha dado al símbolo y detalla cómo entre alemanes, polacos y sudafricanos se la conoce como “cola de mono”, mientras que entre franceses e italianos se la llama “caracol” y, ya en chino, “pequeño ratón”.