Un total de 250 piezas que dan cuenta de los avances tecnológicos en materia de comunicaciones, a partir de la llegada del telégrafo a México, conforma la exposición permanente que exhibe el Museo del Telégrafo, visitada este año por unas 72 mil personas.
Durante un recorrido por la exposición, David Mondragón Olivares, encargado del recinto, recordó que el telégrafo llegó al país en 1848, gracias a Juan de la Granja, español interesado en las comunicaciones de México.
El gobierno de Antonio López de Santa Ana le concedió explorar con el telégrafo. La primera comunicación telegráfica fue entre Palacio Nacional y Minería, y una vez que se comprobó su éxito siguió un enlace entre la Ciudad de México (Palacio Nacional) y una población de Puebla.
“Ha habido una evolución desde la llegada del primer telégrafo como primer medio de comunicación, después, con la Reforma de Benito Juárez comenzaron a crearse más líneas, pero fue hasta la llegada de Porfirio Díaz al poder, en 1876, cuando ya el telégrafo cobró la fuerza que empieza a modernizar al país”, explicó Mondragón a Notimex.
En 1878, también bajo el régimen de Díaz, llegaría el segundo medio de telecomunicación: el teléfono.
“Sólo que a Porfirio Díaz no le gustó este aparato, porque existía una intermediaria que sería la señorita que daba línea y lo que hacía ésta era escuchar las conversaciones y en el telégrafo no sucedía, pues sólo quien enviaba el mensaje o quien lo recibía, sabía el significado, ya que estaba cifrado en clave morse”.
Hacia 1901 comenzó un proceso más agresivo para modernizar al país y solicitó que se elabore un espacio para la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas que fue muy importante en su momento.
Lo que hizo, dijo, fue mandar a construir este edificio que es el Palacio de Comunicaciones y Obras Públicas, que alberga el Museo del Telégrafo y el Museo Nacional de Arte (Munal).
“Se siguió el proceso y la clave morse, Porfirio Díaz empezó a sacar más líneas telegráficas, para el siglo XX destaca la figura de Guillermo Marconi en Europa, quien desarrolló la radiotelegrafía, porque ahora se da con las ondas hertzianas, se desarrolló la radio, la televisión y el satélite”, subrayó.
Durante el recorrido de la gran sala, donde las piezas se encuentran en vitrinas, detalló que los primeros telégrafos contienen un sonador en la caja de resonancia, una magneta y lo que sería la llave o el manipulador que era el instrumento que picaba para la clave morse.
La muestra contiene, además, equipos de telégrafos, dos teléfonos de 1876-1884, de finales del Siglo XIX, que se le daba cuerda y el otro de los años 20; también incluye un receptor de televisión.
Otras de las piezas que llaman la atención son dos teleimpresores que datan de 1960 y 1970, el primero un poco grande y después se hizo más pequeño.
También destaca en la exposición un pianito, que era un transmisor telegráfico, del Siglo XIX, que es como un piano que en las teclas tiene las letras, que era más fácil de escribir, pero era un equipo más caro, porque es de marfil, por lo que fueron muy pocos los que se hicieron.
La exposición incluye una bobina, una magneta de campaña Bunnell, un telegráfono, un transmisor perforador de cinta, una grabadora de alambre, un transmisor telegráfico, un milamperímetro, un galvanómetro de espejo móvil.
Un conmutador telegráfico, un marcador de giros, teléfonos, micro faradómetro, receptor de televisión, equipo de transmisión, entre otras piezas.
El Museo del Telégrafo, que pertenece a Telecomunicaciones de México, está abierto al público de martes a domingo, de 10:00 a 17:30 horas, excepto el 25 de diciembre y el 1 de enero. Su entrada es gratuita.