Pese a las protestas de Francia, la Casa de la Moneda de Bélgica inició la emisión de una moneda de 2.5 euros para conmemorar el 200 aniversario de la derrota de Napoleón en Waterloo. La emisión de 70 mil monedas y el desusado valor asignado son la muestra de la sensibilidad que aún tiene la evocación de las campañas napoleónicas.
La batalla de Waterloo es un acontecimiento que en la conciencia colectiva va más allá de una simple evocación de un conflicto militar”, dijo en París Bernard Gillard, comisario de la Real Casa de Moneda belga.
Pero en opinión de Francia, tal moneda y su acompañante (una moneda de diez euros) puede provocar “tensiones inútiles” en Europa, según consignó el diario español ABC.
De hecho, Francia había ganado el primer round de la actual batalla cuando hace tres meses logró vetar un primer proyecto de emisión conmemorativa belga.
De acuerdo con reportes de marzo pasado, el Ejecutivo francés emitió un comunicado en el que alegó que la unidad de Europa ya estaba amenazada y la salida al mercado de esta moneda desestabilizaría aún más la situación “en un momento en el que los gobiernos de la zona euro están intentando construir una fuerte cooperación en torno a la moneda única”.
Lo cierto es que a 200 años de la derrota de Napoleón en Waterloo, frente a tropas de una coalición británica, prusiana y holandesa, los europeos buscan el significado para una batalla que representó cosas diferentes para todos.
De hecho, los británicos se adjudican el mayor crédito por la derrota de Napoleón, pero hoy lo hacen mientras el primer ministro David Cameron promete hacer un referendo en 2017 sobre la permanencia de Gran Bretaña en la Unión Europea.
De cualquier manera, enmedio de celebraciones del 200 aniversario que van de la representación de la batalla a festejos artísticos, cada nación participante buscó algo que conmemorar.