Que fea sorpresa se llevaron las autoridades de Guatemala al ver que en su territorio, bandas delictivas mexicanas se encuentran operando con la mayor libertad.
Y sucede que hace unos días hubo un enfrentamiento entre grupos rivales que arrojo como saldo varios muertos y se sospecha que igual numero de heridos, pero lo que llamo poderosamente la atención fue, durante el fragor de la balacera, las detonaciones de grueso calibre que era señal inequívoca de grupos armados.
Sorpresa, eran grupos de narcotraficantes.
Y es que de acuerdo a la fisonomía social que se vive en Centroamérica, el 70% de la gente que vive en pequeñas localidades fuera de las ciudades, están armados y fueron o crecieron con la cultura de la guerrilla.
No es de llamar la atención que en Honduras como el Salvador; Guatemala como Nicaragua que tras una beberecua (borrachera) se terminen liando a balazos de rifles automáticos propios y extraños llegando la autoridad solo atender heridos o dar fe de los muertos.
Aquí, la balacera duro espacio de treinta minutos y se cuentan los casquillos percutidos de diversas armas de grueso calibre, por cientos.
Ya habiendo cesado la reyerta, vieron en los primeros indicios de investigación que los ocho cuerpos que estaban ahí abandonados, a diferencia de otras ocasiones, si tenían identificaciones.
Sorpresa, eran mexicanos.
Ninguno era oriundo de la zona, lo que se comprobaría mas adelante ya que en las pesquisas, intervino la Procuraduría General de la Republica, quien asistió con peritos forenses en la materia para corroborar la identidad de los mafiosos muertos.
Se llego a especular que uno de los cadáveres era el de Joaquín Guzmán Loera, alias el “chapo guzmán”, narcotraficante evadido en el primer año del gobierno de Vicente Fox.
Nada que ver, se especulo ya que, lo que si era cierto, eran algunos de los muerto miembros del cartel de Sinaloa que dirige el chapo.
De hecho lo que se desprende hasta el momento de hacer esta nota es que los narcotraficantes mexicanos están ampliando su zona de acción a centro América por dos motivos; ahí llega la droga y sin tantos problemas puede ser introducida por la frontera sur de México que no cuenta con vigilancia alguna.
Además, centro América tiene recursos tanto económicos como materiales muy acotados lo que le hace idónea para que lleguen cargamentos de estupefacientes sean re embarcados de otra manera.
Y dos, sucede que los operativos por tierra aire y mas quizá no estén dando tantos resultados como quisiera la ciudadanía pero si están haciendo que los jefes de la droga comiencen a incomodarse y ponerse nerviosos así que están viendo otras latitudes para no solo expandir su poder sino también quizá y hasta residir para evitar ser capturados.
La verdad es que todo esta sumamente extraño en el caso del combate que se libro hace unos días en Guatemala sobretodo porque esos países eran de transito y las mafias no le veían como lugares donde se pelearan por territorio, de hecho pistas y rutas de droga proveniente desde Colombia podían ser compartidas lo que temen las autoridades son baños de sangre como los vistos en México o Colombia por el control de ciudades y territorios, sobretodo porque como lo dije antes estos países no cuentan con recursos para hacerles frente a los grupos delictivos.
¿Estamos?
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