Granadas fabricadas en Estados Unidos y enviadas a Centroamérica durante los años de la Guerra Fría en la lucha contra comunistas se han convertido en las nuevas armas de los cárteles de la droga en México y han sido utilizadas para perpetrar 72 ataques en este país en el último año, asegura en un artículo el diario estadunidense The Washington Post, que cita fuentes oficiales de ambos países.
Estos artefactos, señala el diario, han causado un número relativamente bajo del total de los 25 mil muertos por violencia relacionada con el crimen organizado desde el inicio del gobierno del presidente Felipe Calderón; sin embargo, su empleo ha tenido un fuerte impacto sicológico, intimida a soldados y policías y México parece envuelto literalmente en una guerra.
Desde 2007, las autoridades mexicanas han decomisado 5 mil 800 granadas en las acciones antinarco, fecha desde la cual también han sido arrojados 101 de estos artefactos contra edificios de gobierno, de acuerdo a información de la Procuraduría General de la República, indicó el diario