El secretario de Estado estadounidense John Kerry indicó el jueves que los diplomáticos no ultimarán un trato nuclear con Irán para el plazo fijado, a las primeras horas del viernes, y reconoció que una nueva demora dificultaría los esfuerzos de Estados Unidos para aplicar rápidamente un acuerdo.
Bajo la ley estadounidense, las siete naciones que negocian en Viena debían llegar a un acuerdo para la medianoche del jueves, hora de Washington, para evitar un período de revisión legislativa de 60 días durante el cual el presidente Barack Obama no puede levantar las sanciones sobre Irán. Si cumplen el plazo, el período será de 30 días.
Esto es importante ya que Irán exige el levantamiento inmediato de las sanciones económicas a cambio de concesiones nucleares. Adicionalmente, cuanto más tardan las potencias en cumplir sus promesas, más tiempo tendrán que esperar a que los iraníes reduzcan el enriquecimiento de material que se puede usar para fabricar armas atómicas.
El espectro de una prolongada campaña de relaciones públicas a favor y en contra del pacto podría no beneficiar a Obama. La demora también podría implicar que los países participantes en las conversaciones declaren un receso hasta septiembre, cuando un acuerdo estaría sujeto a revisión durante 30 días.
“No nos apresuraremos ni permitiremos que nos apresuren”, dijo Kerry a la prensa y dijo que faltaba resolver “asuntos difíciles”. Insistió que las negociaciones no serán “sin plazo” y si no se toman las decisiones difíciles, está “absolutamente dispuesto a poner fin a este proceso”.
Las potencias -Estados Unidos, China, Rusia, Francia, Alemania y Gran Bretaña- discutieron la situación durante casi una hora el jueves por la noche. Previamente hubo otras reuniones e incluso una de 45 minutos de Kerry con su contraparte iraní Mohammad Javad Zarif.
“Trabajamos con ahínco, pero sin prisa, para realizar la tarea”, tuiteó Zarif.