La decisión de la administración del presidente estadounidense Barack Obama de apostarle, en aras de la seguridad nacional, al reforzamiento de la seguridad fronteriza mientras se multiplican las redadas y deportaciones de inmigrantes indocumentados, podrÃa pasarle una amarga factura entre el electorado hispano en su búsqueda por la reelección en 2012, a decir de analistas.
El endurecimiento de la seguridad fronteriza, y de la postura de Obama, coincide con el hecho de que los esfuerzos para impulsar una reforma migratoria en el seno del Congreso siguen estancados, en medio de las complejas negociaciones para sacar adelante la reforma sanitaria, y mientras las denuncias de un aumento en las redadas y separación de miles de familias se siguen multiplicando.
â??Si la Casa Blanca ya ha calculado que no introducirá una iniciativa de reforma migratoria hasta después de las elecciones intermedias de noviembre, va a tener muy serios problemas porque para ese entonces va a quedar muy claro que el récord de redadas y deportaciones del Departamento de Seguridad Nacional, bajo la gestión de Janet Napolitano, ha sido peor o igual de malo que durante la administración Bushâ?, consideró Angela Kelly, vicepresidenta de polÃtica migratoria del Center For American Progress.
â??La comunidad latina ya está sufriendo eso y la Casa Blanca va a tener que escalar una montaña muy alta antes de recuperar el apoyo perdido entre ese electoradoâ?, añadió Kelly, en alusión a la sensación de frustración y malestar entre la comunidad hispana por la falta de resultados de Obama en el frente migratorio, mientras se organizan para una marcha el próximo 21 de marzo frente a la Casa Blanca.
â??Hemos acordado con miembros de organizaciones comunitarias proinmigrantes comenzar a implementar la misma táctica de hacernos visibles en una marcha en Washington D.C. el 21 de marzoâ?, dijo el representante demócrata por Illinois, Luis Gutiérrez, tras una serie de reuniones con lÃderes comunitarios y religiosos del sur de California, durante el inicio de una campaña para que la Casa Blanca tome en consideración las demandas de la comunidad hispana, que le catapultó a la Casa Blanca con 66% de su voto en las urnas.
Juan José Gutiérrez, coordinador de la coalición por los derechos de los inmigrantes del sur de California, dijo que las marchas que arrancan en Washington â??se multiplicarán a nivel estatal, hasta que el presidente Obama cumpla con su palabra de impulsar una reforma migratoriaâ?.
Según estudios demoscópicos realizados para medios como La Opinión, un elevado porcentaje de hispano considera que Obama â??no puede posponer indefinidamenteâ? el apoyo a una reforma. Según estas encuestas, si Obama no cumple su promesa de legalizar a los casi 12 millones de indocumentados que hay en EU, 56% de los latinos seguirÃan apoyando a los demócratas y a Obama en las elecciones de 2010, pero â??34% votarÃa en su contraâ?