Honduras realizará el domingo una controvertida elección presidencial, que una mayorÃa de paÃses latinoamericanos rechaza pero que podrÃa ser reconocida por Estados Unidos, como forma para dejar atrás la aguda crisis polÃtica derivada del golpe de Estado de junio pasado.
Los gobiernos de Latinoamérica, con los lÃderes de Brasil y Venezuela a la cabeza, dicen que las elecciones realizadas por un gobierno de facto como el de Roberto Micheletti no son legÃtimas y anunciaron que no reconocerán sus resultados.
La Organización de Estados Americanos (OEA) y las Naciones Unidas no enviarán observadores electorales, porque el derrocado presidente Manuel Zelaya no ha sido restituido en el poder. El Centro Carter de Atlanta también anunció que no enviará observadores a los comicios hondureños.
Quienes sà aparecen en la lista de observadores invitados son los ex presidentes de México, Vicente Fox; de El Salvador, Armando Calderón, y de Bolivia, Jorge Quiroga.
El ex mandatario salvadoreño defendió la asistencia de los más de 300 invitados, entre polÃticos, empresarios y ex presidentes, como él mismo, que según las autoridades electorales de Honduras supervisarán los comicios, y dijo que no se precisa la presencia de los â??burócratasâ? de la OEA.
Tres millones y medio de hondureños votan por un nuevo presidente, en medio del aislamiento internacional y de la grave crisis polÃtica provocada por el derrocamiento de Zelaya. Cinco partidos e igual número de aspirantes presidenciales participarán en los comicios, en los que también se elegirán 128 diputados y los 298 gobiernos municipales.
El temor de que el domingo haya hechos violentos resurgió ayer, cuando una mujer resultó herida al explotar un artefacto de baja potencia en un autobús de una empresa de Micheletti en la zona caribeña