El secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, le dijo a Israel este sábado que toda actividad de los asentamientos en territorio ocupado era ilegal y que debía detenerse.
En el comienzo de su gira por Medio Oriente, Ban se reunió con el primer ministro palestino, Salam Fayyad, en la ciudad cisjordana de Ramala.
Se espera que se encuentre con los líderes de Israel, cuyo gobierno hasta ahora no ha hecho caso de la presión internacional y se ha negado a detener la construcción en asentamientos judíos.
El secretario general urgió a ambas partes a reanudar las conversaciones de paz y a que muestren sinceridad y flexibilidad. Y reiteró la posición de Naciones Unidas en cuanto a que Jerusalén debe ser la capital tanto de Israel como del futuro Estado palestino.
La decisión de Israel de permitir la construcción de 1.600 nuevas viviendas en Jerusalén Oriental -ocupada por Israel desde 1967- afectó los esfuerzos para reiniciar las conversaciones indirectas entre palestinos e israelíes.
Además, enfrió de forma “histórica” la relación entre Estados Unidos e Israel, dos países aliados y disparó esta última ronda de diplomacia, que incluyó el viernes una reunión del Cuarteto para Medio Oriente.
Este grupo, compuesto por EE.UU, la ONU, la Unión Europea y Rusia, exhortó a Israel a interrumpir todas sus actividades tendientes a expandir sus asentamientos en territorios ocupados
“Nos preocupan las prácticas sobre el terreno que lleva a cabo Israel en Jerusalén Oriental”, aseguró Ban, quien agregó: “Todos los asentamientos son ilegales en cualquier parte del territorio ocupado”.
El jefe de Naciones Unidas recibió una rápida lección de geografía de parte de su anfitrión palestino, según relata Jonathan Head, corresponsal de la BBC en Jerusalén
Ban fue llevado a una colina en Cisjordania desde donde se ve a unos pocos cientos de metros -detrás del muro construido por Israel- el asentamiento de Givat Zeev, con viviendas para unas 11.000 personas.
En toda Cisjordania hay docenas de estos asentamientos. Y, explica Head, su futuro será una de las cuestiones más espinosas en las conversaciones de paz, si estas se reanudan