La secretaria ejecutiva de la Convención Marco de la ONU sobre Cambio Climático, Christiana Figueres, advirtió hoy en Bonn (oeste) que conviene rebajar las grandes expectativas planteadas por la cumbre de Cancún (México), que se celebrará entre el 29 de noviembre y el 10 de diciembre.
La costarricense Figueres puso como ejemplo la polémica cumbre de Copenhague (diciembre de 2009), marcada por los enfrentamientos entre la policía y los manifestantes, y señaló como totalmente “irreal” que entonces las expectativas hablaran de “lograr un acuerdo de protección climática total”.
Figueres apostó hoy en Bonn por seguir el ejemplo de la cumbre de Nagoya de Diversidad Biológica, donde a través de debates multilaterales “con los pies en la tierra” se pudieron alcanzar distintos acuerdos.
En la antigua capital de la Alemania del oeste, Figueres calificó de “positivo” el hecho de que numerosos países hayan activado sus posiciones en la lucha contra el cambio climático.
Figueres puso el ejemplo de China, que en un plan quinquenal apostó por un mayor ahorro de energía mientras desarrolla energías alternativas.
También pequeños países como Costa Rica o Maldivas han duplicado sus esfuerzos nacionales, dijo Figueres.
La cumbre de Cancún será una oportunidad para llegar a acuerdos con las llamadas economías emergentes, señaló la costarricense.
Figueres aclaró que, al contrario que en la cumbre de Copenhague de 2009, las distintas ONG implicadas en la lucha contra el cambio climático tendrán voz en los debates y en la ciudad mexicana se desarrollarán paralelamente distintas actividades.
A la pregunta de cuál será la principal diferencia entre la cumbre de Copenhague y la de Cancún, la secretaria ejecutiva de la Convención Marco de la ONU sobre Cambio Climático se permitió bromear y señaló: “La temperatura”.