Una ópera interpretada por actores de tela y cuerdas, en lugar de carne y hueso, sin perder su esplendor, de vida a los personajes de “El Anillo del Nibelungo”, obra que conquista al público belga.
El montaje musical es realizado por la centenaria compañía Teatro de Marionetas de Salzburgo (Austria), que concluye este miércoles una serie de presentaciones de “El Anillo del Nibelungo”, de Richard Wagner, en el Palacio de Bellas Artes de Bruselas (Bozar).
“Lo más importante en este trabajo es dar vida a las marionetas, crear una especie de ilusión para el público”, explicó Philippe Brunner, jefe de producción y responsable del montaje musical, en entrevista a Notimex.
Por eso, es esencial que los siete manipuladores responsables de dar vida a los 25 personajes de “El Anillo del Nibelungo” tengan, además de talento de marionetista, también talento dramático.
“Uno tiene que transmitir todas las emociones humanas a través de sus dedos y de las cuerdas hacia el muñeco. Así la marioneta gana vida y puede transmitir todas las ilusiones al público”, señaló Brunner.
Otra dificultad ha sido condensar en dos horas y media las más de 16 horas de ópera de la trama original, que Wagner tardó 26 años en escribir.
“Tuve que empezar de esa inmensa cantidad de música y elegir los momentos más importantes, manteniendo los pasajes más conocidos del gran público, como la “Cabalgata de las Valquírias”, comentó Brunner, musicólogo de formación, con más de 12 años en la compañía austríaca.
El montaje del espectáculo tomó cerca de un año y medio, desde la concepción escénica, firmada por Carl Philip von Maldeghem, y la producción musical, a cargo de Brunner, hasta la confección de las marionetas y del decorado, de la que participó todo el equipo.
Brunner y Von Maldeghem optaron por introducir dos narradores, personajes humanos que dialogan con el público, ora con las marionetas, dando al texto pinceladas de humor y confiriendo a la obra un aspecto contemporáneo.
El resultado, a juicio del productor musical, es un espectáculo más accesible, que “permite al público seguir la trama más fácilmente que en la versión original”.
Todas las presentaciones en Bruselas han tenido entradas agotadas.
La compañía, que en sus 102 años de existencia ya pasó por toda Europa, Canadá y Estados Unidos, tiene “mucho interés” en presentarse en México, afirmó Brunner.
Sin embargo, la burocracia y la logística que implican llevar al país las cinco toneladas de material necesario para el espectáculo lo han imposibilitado hasta el momento.
“La última vez que hicimos una gira en Estados Unidos hemos querido cruzar la frontera para presentarnos en México, pero hubo muchas trabas, ha sido imposible”, explicó.