El Papa Benedicto XVI anunció hoy que ordenará una auditoría a diversas diócesis de la Iglesia en Irlanda para afrontar la crisis por los casos de abuso sexual a menores cometidos por años en ambientes católicos.
El pontífice informó de esta y otras medidas en una carta dirigida a los fieles irlandeses, difundida por El Vaticano, en la cual se dijo ‘profundamente turbado’ por la ‘grave situación’ de pederastia clerical y los ‘errores cometidos’ en el pasado al tratar el tema.
Indicó que el objetivo es ayudar a la Iglesia local en su camino de renovación y se establecerá en cooperación con las oficinas competentes de la Curia Romana y la Conferencia Episcopal Irlandesa.
La auditoría, para la cual se deberán nombrar uno o más ‘visitadores apostólicos’, se extenderá no sólo a las diócesis, sino a algunas congregaciones religiosas involucradas en el problema. ‘Los detalles serán anunciados en su debido momento’, señaló la carta.
En el texto, de unas ocho páginas, el Papa hizo un amplio análisis de la crisis por los abusos, apuntó contra la ‘respuesta inadecuada’ de los obispos que pretendieron ocultar las ‘graves culpas’ y pidió afrontar el problema ‘con determinación valiente’.
‘No puedo más que compartir el horror y el sentimiento de traición que muchos de ustedes han experimentado al conocer estos actos pecaminosos y criminales, así como del modo en el cual las autoridades de la Iglesia en Irlanda los han afrontado’, escribió.
‘Que nadie imagine que esta penosa situación se podrá resolver en breve tiempo. Se han dado pasos positivos, pero todavía queda mucho por hacer’, añadió.
Señaló entre las causas de abusos los procedimientos inadecuados para determinar la idoneidad de los candidatos al sacerdocio y a la vida religiosa, así como insuficiente formación humana, moral, intelectual y espiritual en los seminarios y en los noviciados