El presidente nacional del PRD, Jesús Ortega, y el líder de los diputados perredistas, Alejandro Encinas, llamaron a los militantes a que participen en la reconciliación y en el cambio interno que necesita el partido.
“El país requiere con urgencia de un Partido de la Revolución Democrática (PRD) radicalmente transformado, de una izquierda fuerte y sólida”, aseveró Ortega Martínez durante su participación en el 12 Congreso Refundacional de ese instituto político.
A su vez, Encinas Rodríguez llamó a sus correligionarios a modificar actitudes y prácticas políticas y se pronunció a favor de los movimientos internos, aunque indicó que debe haber corrientes y no ‘grupos de interés”.
Cuestionado respecto a si ya quedaron atrás sus diferencias con Jesús Ortega tras el desgaste y el enfrentamiento que dejó la pasada elección a la dirigencia nacional, el legislador dijo que no, pero señaló que pese a ello lo más importante es lograr la unidad en el partido del sol azteca.
‘No necesariamente. Hay que procesar nuestras diferencias y con toda seguridad muchas de ellas persistirán, pero lo importante es lograr la unidad pese a ellas’.
Consideró que debe haber puntos básicos que permitan fortalecer identidad y el sentido de pertenencia con el PRD, respetando la diversidad que hay al interior del partido, pues ‘no se trata de acabar con las diferencias sino encauzarlas a un mismo proyecto’.
Para Jesús Ortega ‘han quedado atrás (las diferencias). No quiere decir que en todo pensemos igual, va haber un debate, pero las coincidencias fundamentales las hemos refrendado y la unidad fundamental la hemos ratificado’.
Respecto a la ausencia de liderazgos como Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y Andrés Manuel López Obrador, tanto uno como el otro consideraron que ambos personajes serán informados de los resolutivos del Congreso.
Dijeron que más allá de esos personajes se debe tomar en cuenta la unidad que se busca en el partido, la cual se demuestra con la gran participación de los delegados y el interés por dejar atrás todo lo que los divide.
Durante su discurso, Ortega Martínez opinó que el partido debe de avanzar en su cohesión, en su unidad, porque es la fórmula principal que puede fortalecerlo y que puede hacerlo capaz de derrotar sus adversarios políticos.
Llamó a una reconciliación, a que el partido que sea congruente con las razones que le dieron origen y con los propósitos de transformarse profundamente y radicalmente.
Asimismo, Alejandro Encinas planteó tres puntos para avanzar hacia la unidad del perredismo: Uno, identidad política y pertenencia con el partido, pues lamentó que las banderas perredistas hayan sido sustituidas por la de los grupos internos.
En segundo lugar planteó la necesidad de recuperar la vocación unitaria con las izquierdas y las fuerzas progresistas, ya que ‘padecen una especia de enajenación al concentrarse en disputas internas, fracturando alianzas políticas y lazos con el electorado’.
En síntesis, dijo Encinas Rodríguez, el PRD debe dejar de ser un partido de corrientes con influencia electoral, para restituirse como uno de masas para la lucha política, vinculado a los movimientos sociales, con un sólido posicionamiento territorial y por tanto, electoral.
Finalmente propuso ‘avanzar en la democratización de la vida interna y señaló que se Necesitan corrientes de pensamiento que enriquezcan la vida y el discurso del partido, partiendo de reconocer que la base de la sustentación interna debe ser la organización territorial’