La OTAN declaró su “firme solidaridad” con Turquía el martes en una cumbre de emergencia entre embajadores de estados miembros sobre la amenaza que afronta una de sus miembros.
Ankara pidió la reunión extraordinaria para analizar la amenaza que supone el grupo Estado Islámico para Turquía, y las medidas al respecto emprendidas por las autoridades turcas, que incluyeron ataques contra rebeldes curdos.
“Condenamos enérgicamente los ataques terroristas a Turquía y expresamos nuestras condolencias al gobierno turco y las familias” de las víctimas de ataques terroristas recientes, dijeron los embajadores en un comunicado posterior a la reunión.
“El terrorismo constitye una amenaza directa a los países de la OTAN y a la estabilidad y prosperidad internacional”, dijo el comunicado. “Es una amenaza global que no conoce frontera, nacionalidad ni religión, un reto que la comunidad internacional debe combatir y enfrentar unida”.
Turquía solicitó la sesión siguiendo el artículo 4 del tratado, que permite a los 28 estados miembros pedir estas consultas si consideran que su “integridad territorial, independencia política o seguridad” están en peligro. Es la quinta cumbre de esta clase que celebra la alianza en sus 66 años de historia. Fue apenas la quinta reunión de su tipo en los 66 años de historia de la OTAN.
El presidente de Turquía, Recep Tayip Erdogan, dijo desde Ankara que funcionarios turcos y estadounidenses estaban discutiendo la creación de una zona de seguridad cerca de la frontera de Turquía y Siria, donde se eliminaría la presencia de insurgentes de Estado Islámico convirtiéndolo en un lugar seguro al que podrían regresar los refugiados sirios.
Hablando en una conferencia de prensa el martes antes de partir hacia China, Erdogan dijo también que era imposible avanzar en un proceso de paz con los curdos si continúan los ataques contra Turquía.
Un atentado suicida del grupo EI cerca de la frontera turca con Siria mató a 32 personas hace poco, y otro ataque del grupo extremista contra tropas turcas, en el que murió un soldado.
Tras meses de recelos, aviones turcos de combate comenzaron la semana pasada a atacar objetivos milicianos en Siria y se acordó permitir que Estados Unidos realice sus propios ataques desde la base turca de Incirlik.
En una serie de ataques transfronterizos, Turquía no sólo ha atacado al grupo EI, sino también a combatientes curdo afiliados con fuerzas que combaten contra EI en Siria e Irak.
Los curdos sirios están entre las fuerzas de tierra más eficaces en la lucha contra el grupo EI y han recibido apoyo aéreo dirigido por Estados Unidos, pero Turquía teme un repunte de la insurgencia curda con miras a labrarse un estado independiente.
Decenas de miles de personas han muerto desde 1984 en enfrentamientos entre las autoridades turcas y el Partido de los Trabajadores del Curdistán (PKK), que aspira a la independencia. Los curdos son un grupo étnico con su propio idioma que vive en una zona que abarca las actuales Turquía, Irak, Siria, Irán y Armenia.
Algunos miembros de la OTAN y observadores independientes no tienen claro si el objetivo principal de Ankara es el grupo EI o los curdos, dijo Ian Kearns, director del European Leadership Network, un grupo de estudios con sede en Londres.
De hecho, el gobierno turco “ha empezado a alegar que los curdos en Siria son una amenaza mayor para Turquía”, dijo Kearns a Associated Press.
La principal milicia curda de Siria y un grupo activista dijeron el lunes que tropas turcas habían bombardeado un pueblo sirio cerca de la frontera, con combatientes curdos como objetivo.
“No hay diferencias entre el PKK y Daesh”, dijo el lunes a la prensa el ministro turco de Exteriores, Mevlut Cavusoglu, empleando el acrónimo en árabe para referirse al grupo Estado Islámico.
“No pueden decir que el PKK es mejor porque lucha contra Daesh”, afirmó durante una visita a Lisboa, Portugal.