Una comunidad de otomíes vive en una serie de casitas de lámina, sin ventilación ni iluminación adecuada, afuera de cada vivienda se apilan un montón de cubetas para acarrear agua y los tendederos albergan un montón de ropa que resguarda los juegos de los muchos niños que viven ahí, en la calle de Zacatecas número 74 de la colonia Roma.