No muy lejos de las cascadas de Yosemite y justo en medio del Parque Nacional Redwood, en California, los cárteles de la droga se apropian de tierras que pertenecen al gobierno de Estados Unidos para cultivar millones de plantas de mariguana con la ayuda de inmigrantes ilegales.
La cannabis se ha cultivado en esas tierras por décadas, pero el crimen organizado mexicano ha llevado la práctica a un nuevo nivel: usan guardias armados y cables de ala tensión para salvaguardar las enormes parcelas donde en ocasiones se cosechan hasta 30 toneladas de mariguana al año.
“Así como los mexicanos se apoderaron del tráfico de metanfetaminas, ahora apuestan por los megaplantíos”, señala Brent Wood, supervisor para California de la Oficina Antinarcóticos de EU.
Fuentes consultadas por la agencia AP en todo Estados Unidos revelaron que los cárteles mexicanos son los mayores responsables de la proliferación de granjas enteras dedicadas a cultivar mariguana que han sido identificadas en los últimos años.
Cada año las autoridades estatales y federales han encontrado alrededor de un millón de plantas más que el año previo entre 2004 y 2008, y se estima que hasta 90% de las grajas dedicadas a este negocio están relacionadas con cárteles mexicanos.
Cultivar la hierba del lado norteamericano le evita a los traficantes de droga el riesgo de introducir el producto por la frontera común, a la vez que les permite tener esas cosechas más cerca del mercado al que están dirigidas.
Los expertos señalan que el único de los riesgos para los narcotraficantes mexicanos es que algún alpinista se tope con uno de los cultivos ocultos y de cuenta de ello a las autoridades.
Entre los principales lugares para cosechar el estupefaciente se encuentran el Parque Nacional Sequoia y las Montañas de la Sierra Nevada.. La mayoría de estos sitios están lejos de la vista de las autoridades, donde los granjeros se pueden tomar el tiempo necesario para crecer los cultivos.
Los plantíos que pertenecen a los cárteles de la droga pueden ser fácilmente diferenciados de los de los granjeros locales por la cantidad de plantas que contienen, a veces hasta 75 mil por parcela, donde cada una de ellas produce por lo menos una libra de mariguana anualmente.
El constante resguardo es otro los de factores que impiden que las autoridades localicen la mayoría de estos plantíos. Hombre armados con AK-47 patrullan periódicamente los cultivos, además que en ocasiones se ayudan de explosivos colocados estratégicamente para mantener alejados a los invasores