Partidos opositores, columnistas de prensa y algunos sectores económicos de México criticaron hoy la forma en que el Gobierno está manejando la epidemia de gripe porcina que se ha cobrado las vidas de 20 personas en el país y se sospecha que puede ser la causa de 135 decesos más.
Las críticas se centran en muchos de los casos en una supuesta tardanza a la hora de informar del brote de la enfermedad, algo que el Gobierno niega.
“Primero no se informó a la sociedad cuando ocurrió el fenómeno, sino hasta que comenzaron a aparecer las consecuencias, se dijo que se podría prevenir con la vacuna, después que ésta no existía, que se trataba de una cepa nueva, y ahora resulta que la solución son los retrovirales”, manifestó Porfirio Muñoz Ledo, coordinador del Frente Amplio Progresista (FAP).
El dirigente de esa coalición de partidos de izquierda opinó en una entrevista publicada hoy en el diario El Universal que al gobierno del presidente Felipe Calderón le falta “transparencia”.
El Ejecutivo, subrayó, tiene una mala política de comunicación que ha generado “histeria colectiva” y que circulen “las versiones más disparatadas sobre el origen del mal (epidemia)”.
A juicio del líder político, los ciudadanos mexicanos desconocen “realmente la gravedad, extensión y consecuencias del problema”.
Muñoz Ledo aseguró que el pasado 18 de marzo se detectó el primer caso de gripe porcina, lo que el gobierno niega.
Según las autoridades, a partir del 13 de abril, día en que una mujer murió en el sureño estado de Oaxaca, se elevaron las alarmas en México.
Las autoridades sospechaban que la mujer había muerto de un coronavirus, que es el mismo virus de la epidemia del síndrome respiratorio agudo (SARS), que afectó al sudeste asiático en 2003, pero sólo hasta el 23 de abril recibieron de un laboratorio en Estados Unidos la comprobación de que se trataba de gripe porcina.
Ese mismo día el Ejecutivo anunció la alerta sanitaria, la primera en su tipo que se presenta en el mundo.
Otros críticos han ido más allá, como la senadora Yeidckol Polevnsky, del PRD, quien expresó el lunes en una conferencia de prensa que teme que el gobierno esté manipulando la magnitud real del brote epidémico con fines electorales -el próximo 5 de julio se celebrarán comicios legislativos parciales- y para desviar la atención de la crisis económica y de una supuesta intención de militarizar el país.
Por el contrario, el coordinador de los senadores del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), Carlos Navarrete, dijo hoy en declaraciones a la prensa que no es momento de responsabilizar a nadie.
Si hubiera “una actitud condenable en las medidas diseñadas e implementadas o alguna indolencia (por parte del gobierno), habrá tiempo para evaluarlo”, señaló.
Algunos sectores han aventurado incluso la teoría de que el gobierno mexicano ocultó la información del brote de gripe porcina para no afectar la visita que el mandatario estadounidense, Barack Obama, hizo a México el pasado 16 de abril.
El analista político Jorge Alcocer, columnista de opinión del periódico Reforma, pidió hoy al Ejecutivo “claridad en la información, datos verídicos y acciones que tengan relación directa con la gravedad de la situación”.
Alberto del Val, del periódico El Universal, criticó que se suspendieran las clases en todo el país pero que en empresas con grandes contingentes de trabajadores como la industria textil sigan trabajando normalmente.
“Se debe actuar en consecuencia, sea quien sea, y no por irse por lo más fácil y espectacular, como es el sistema educativo”, dijo