Este revolucionario, nacido en la hacienda de Santa Isabel, en el distrito de Guerrero, Chihuahua, estudió sus primeras letras y luego ayudó a su padre en un comercio que tenía en San Isidro y más tarde se dedicó al transporte de las conductas de plata desde las minas, a la fundición o a la frontera. Distinguido por su honradez, trabajó para la Compañía “Río de Plata” y reunió un pequeño capital.
Simpatizante de Madero, se inscribió en el movimiento antirreeleccionista, comprometiéndose a levantarse en armas contra el gobierno de Porfirio Díaz. Colaboró con parte de su capital, e hizo entrega de él a Abraham González para el periódico El Grito del Pueblo, de Chihuahua.
El 19 de noviembre de 1910 se levantó en armas cerca de Ciudad Guerrero. Su primera batalla fue contra las fuerzas de Miñaca, luego contra las de San Isidro; más tarde en Pedernales. En Cerro Prieto combatió contra el general Juan N. Navarro, que tenía mil 200 hombres, mientras Orozco contaba con 300. Sitió a Navarro en Mal Paso y derrotó a una columna de los federales mandados por el coronel Guzmán. El combate ocurrió el 2 de enero de 1911 y contó con la colaboración de José de la Luz Blanco y Marcelo Caraveo.
Siguió en la campaña de Chihuahua; en colaboración con Villa y sin atender las órdenes de Madero, tomó Ciudad Juárez en mayo de 1911. Esta victoria fue determinante para el maderismo en su lucha contra Díaz. Tuvo algunos momentos de insubordinación contra Madero.
El 22 de junio de 1911 entró triunfalmente a Chihuahua; se le designó comandante de las Fuerzas Rurales del estado. Renunció al cargo y en marzo de 1912 se levantó en armas contra Madero; lo acusaba de incumplimiento del Plan de San Luis. En Rellano derrotó a las fuerzas del gobierno mandadas por el general González Salas. Fue derrotado en Bachimba, Chihuahua, por Victoriano Huerta.
Después de la muerte de Madero, reconoció a Huerta. Más tarde se exilió en El Paso, Texas. Ahí cerca, en el rancho de Los Lobos, fue muerto por unos Rangers texanos